Semana dice que las autoridades de ese país lograron identificar una docena de robos en los estados de Oklahoma, Indiana, Texas y Florida, que tenían en común el mismo ‘modus operandi’.

Los 7 integrantes de la banda estudiaban a sus víctimas antes de asaltarlas en estaciones de servicio o las abordaban directamente en las autopistas usando vehículos de alta gama. Se cree que habrían robado más de 2 millones de dólares en diamantes.

En una ocasión, agrega la revista, un joyero pakistaní se opuso al robo prendiéndose del carro que usaron los colombianos, pero estos decidieron secuestrarlo para después asesinarlo a puñaladas. Por estos hechos, las autoridades estadunidenses ofrecían una recompensa de 300.000 dólares.

Los investigadores establecieron que los criminales huían utilizando la frontera con México, tras cometer sus fechorías y vender en el mercado negro los valiosos lotes de cristales preciosos.

El general Jorge Luis Vargas, director de la Dijín, comentó a Semana que los sujetos usaron documentos falsos para moverse clandestinamente en Estados Unidos y cometer así los millonarios asaltos.

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El FBI rastreó a la banda siguiendo un patrón de sus actividades ilícitas y capturó a 4 de sus integrantes en Florida en una operación encubierta, pero los demás lograron huir hacia Colombia.

La captura de los restantes integrantes de la organización, incluido el cabecilla Robert Riveros, se efectuó en diferentes ciudades de Colombia. Los sujetos fueron detenidos y extraditados hacia ese país en donde podrían enfrentan largas condenadas por hurto y homicidio, señaló el general Vargas a la revista Semana.