El pasado domingo, en las carreteras peruanas, un pequeño bus de servicio públicó cayó a un abismo con 20 personas a bordo. Al parecer, el conductor perdió el control del vehículo producto de la espesa neblina que le impedía tener buena visión. La tragedia incluye a tres colombianos; dos de ellos, Danilo Andrés Argüello y Silvia Valentina Pineda, una pareja que residía en Bogotá.
El accidente dejó el saldo de cuatro muertos, entre ellos, los tres ciudadanos colombianos, que venían de visitar Machu Picchu. Además, el conductor y otras 15 personas resultaron gravemente heridas.
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Colombianos muertos en Perú: familia habla
La madre de Danilo Andrés contó a Q’hubo que en su última comunicación él le dio detalles de lo que seguía en su travesía. Le dijo que se devolverían a Lima en una van porque les salía más barato que tomar un tren. Luego de eso no volvieron a hablar.
“El domingo no nos comunicamos, el lunes tampoco y a mí se me hizo raro, pero yo guardaba la esperanza de que mi hijo no me llamaba porque estaba en un sitio donde no había señal y no le salían las llamadas. Siempre guardé la esperanza de que él estuviera pasándola bien”, relató, haciendo énfasis en que sentía que algo no estaba bien.
Tal como ella lo sintió, la van en la que viajaban los turistas rodó por un abismo de 200 metros en la noche del domingo en el kilómetro 134 de la ruta que de Cusco conduce a Quillabamba.
La familia de Andrés se enteró de la trágica noticia al día siguiente del accidento: “Yo supe hasta el lunes por la noche, cuando llegué del trabajo mi otro hijo me contó que se había enterado desde temprano, pero por consideración no me había dicho nada hasta que regresara a casa. Y desde ahí todo ha sido muy duro para nosotros”, señaló su madre.
Ahora, enfrentan un auténtico viacrucis por el proceso de repatriación de los cuerpos. Según explicó, el trámite pasa por varios entes gubernamentales de Perú y Colombia, y para completar, es la familia quien asume los elevados costos.
“No tenemos claro cuándo los traen, puede ser a final de esta semana, o hasta la otra. Afortunadamente, hay mucha gente que nos está colaborando desde distintos puntos para lograr traer los cuerpos lo antes posible y poder enterrarlos como se merecen”, concluyó la madre del joven en el diario.
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