Así lo evidenció un caso que se presentó este viernes en la localidad de Fontibón, en Bogotá, donde una mujer manifestó que padecía de coronavirus, porque tenía fiebre y tos.

Según conoció Pulzo, la mujer es inquilina de una casa de familia en la que hay adultos mayores y niños; por eso, fue a la Nueva EPS en donde un médico le dijo que tenía los mencionados síntomas, por lo que la envió a la casa y le pidió que se mantuviera aislada.

No obstante, la mujer llegó a la vivienda diciendo que tenía coronavirus, para que no se le acercaran, le dijo a este medio Javier Carvajal, hijo de la dueña de la casa.

Ante esa alerta, Carvajal tomó la decisión de comunicarse con la línea de emergencia de Bogotá, para que la Secretaría de Salud del Distrito se hiciera cargo, pero le fue imposible comunicarse. “Solo sonaba un pito”, indicó a este portal.

El hombre también se intentó contactar con la Policía y los Bomberos, pero, dice él, no fue posible recibir la ayuda. Posteriormente, el esposo de la mujer que decía estar contagiada reveló el dictamen médico que decía que ella tenía “tos seca y fiebre de 38 grados, pero que no era nada grave”.

Así entonces, Carvajal le contó a Pulzo que acudió a la prensa y se comunicó con un reportero de Citytv, que le facilitó el contacto con la Alcaldía de Bogotá, que le señaló que la línea de atención está colapsada porque por cualquier fiebre o tos ya están reportando coronavirus.

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En ese sentido, la administración de la ciudad le dijo al hijo de la dueña de la casa que esperara a la evolución de la inquilina y, si ella seguía con síntomas durante dos días más, le facilitarían una ambulancia para atenderla.

Como este caso, en Bogotá se han presentado muchos más, por lo que las autoridades, según Citynoticias, han pedido hacer uso de esas líneas de emergencia con responsabilidad y criterio.