La situación fue registrada en video por el mismo veterinario, que grabó desde el momento en que varios policías le requisan el vehículo hasta cuando firmó el comparendo.

El video fue difundido en Facebook por la página ‘Poder Ciudadano Radio y Tv’, que asegura que el profesional de la medicina animal se quejó de un presunto abuso de autoridad en el procedimiento, que se llevó a cabo en un retén en el sector de La Calera, en inmediaciones de Bogotá.

“Soy veterinario y necesito usar instrumentos de mi labor. Si cargar una navaja en mi carro es un delito, por Dios”, comenta el hombre, al tiempo que uno de los policías muestra la navaja suiza ante la cámara.

En la siguiente toma del video, que fue editado, se ve al hombre con el Código de Policía en la mano tratando de explicarles a los uniformados que no cometió tal infracción, pues argumenta que llevaba la navaja dentro de la guantera del carro y guardada en su respectivo estuche. Mientras eso pasa, el policía que llena el comparendo escribe sin detenerse siquiera para refutar lo que dice el ciudadano.

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En su defensa, el veterinario se remite al Artículo 27 del Código: “comportamientos que ponen en riesgo la vida e integridad”, y alega que en el numeral seis se especifica que no habrá sanción para quien demuestre que ese elemento hace parte “de su actividad deportiva, oficio, profesión o estudio”.

“Vengo a trabajar con caballos”; dice, y enseña su tarjeta profesional. Mientras, otro uniformado, que está en la parte de atrás, busca la cámara en su celular para grabar el procedimiento también.

“El señor agente me está colocando el comparendo porque le dije que ya me habían chequeado hace dos días, y se dedicó a buscar qué problema tengo. Cargar una navaja en mi carro no es un delito. Está relacionada y la necesito para mi profesión. Lo que están haciendo aquí es un abuso”, les dejó claro Juan Jacobo Ramírez, nombre con el que se identificó el ciudadano.

Por un momento, todos quedaron en silencio en el recinto, y el único que se movía era el policía que seguía llenando el comparendo. Apenas unos segundos después, Ramírez discute con los policías porque se niega a dar su dirección de residencia, y pide que le crean que él no es un atracador.

“Ya terminó el procedimiento. Se puede retirar, por favor. Le estoy dando una orden de Policía”, le indica un uniformado, pero el veterinario se niega a salir porque se ha percatado de que en el comparendo no se aclaró la forma en que le incautaron la navaja: “En la guantera del carro, porque de ahí la sacaron”. Tampoco se habría estipulado en el documento la profesión del ciudadano y lo que reza el numeral 6 del Código, pues ese es su argumento de defensa.

“Eso es un abuso, señor agente. Y la Policía no está para eso. Y aquí volveré por mi navaja”, les dice Ramírez, con evidente molestia.

A continuación, la historia completa, de la que se espera una segunda parte para aclarar cómo terminó, así el video sea el que el policía grabó.