La molestia de los comerciantes de Corabastos se dio porque la alcaldesa de Bogotá, en declaraciones difundidas por Noticias Caracol, dijo que esa plaza de mercado era un “centro de mayoristas que se dan el lujo de extorsionar, cada semana, a los campesinos, a ver quién le paga menos”, que se conviritó en un problema para la zona.

“[Corabastos] Es un gran foco epidemiológico, una calamidad en términos urbanísticos y de movilidad para esa zona de Bogotá, es un pésimo vecino”, agregó López.

Enseguida los vendedores de Corabastos rechazaron las declaraciones de la mandataria de la ciudad, e incluso no descartaron tomar medidas judiciales contra ella, de acuerdo con el informativo.

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“Somos personas honradas y trabajadoras. No somos extorsionistas. El mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda”, se defendió el comerciante de la central mayorista Honario Camelo, en el medio.

No obstante, los campesinos se alinearon con las declaraciones de la alcaldesa y consideran que son “presa fácil de los grandes comerciantes que tiene el monopolio en Corabastos“.

“Nos pagan a como les provoca a ellos, a unos precios irrisorios”, aseguró Luis Alejandro Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos