Bekerman se refirió a las palabras en las que Amat reconoció su error y expresó su respeto hacia la comunidad judía del país. La presentadora aseguró en LA FM: “Antes de que Yamid pidiera esas disculpas públicas, mi corazón ya lo había perdonado. Porque eso solo me hace daño a mí, la rabia y la ira solo nos hace daño a nosotros”.

También se refirió a lo que fue su trabajo con el periodista: “Estoy agradecida con Yamid por la oportunidad que me brindó, por el espacio que me abrió, por las experiencias, y sobre todo por el aprendizaje”.

También, dijo que ese perdón no significa que puedan “hablar en otros términos para continuar trabajando”. Sin embargo, los periodistas de la emisora le insistieron a Bekerman que debía dejar la situación ahí y conversar con Amat”. Ella cedió un poco y comentó:

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“Antes de este episodio teníamos una relación estable. […] Yo siento que la relación quedo fragmentada, pero hay que dialogar. Hoy al final del día de pronto el panorama cambiará, tendremos otras reuniones, entonces, vamos para adelante”.

La controversia empezó porque la presentadora se negó a seguir una instrucción del director y persignarse ante las cámaras por ser judía, por lo que decidió renunciar al noticiero.

Ante la diversidad de versiones, ella contó la suya: “Por la noche, cuando llegué a grabar, Cardozo, que es el productor general y la persona con la que grabo, me dijo: ‘Suba donde el jefe que necesita darle unos tips para el 1,2,3 de más tarde’”. Agregó:

“Subí y él me dijo: ‘Tienes que hacerte la bendición’. Yo le dije: ‘Por favor, que lo haga otra persona o déjeme leer otro secreto, o yo hago otro gesto porque soy judía y no me siento cómoda’. En ese momento, entiendo que le entró su histeria, y me dijo: ‘Entonces, páseme su renuncia’”.

Bekerman aseguró que “fue un momento de lapsus de él porque, seguramente, no se imaginó que las cosas llegarán a este nivel”, pero que pese a eso ella no podía ir en contra de sus creencias.