La Fiscalía General de la Nación sigue armando el caso contra Mauricio Zambrano, exprofesor de educación física del colegio Marymount, y quien es señalado, por varias alumnas y exalumnas de esa institución, de haberlas acosado y abusado sexualmente.

Según reveló El Tiempo, la fiscal 224, adscrita a la Unidad de Reacción Inmediata de Usaquén, presentó y solicitó legalizar las 942 interceptaciones hechas a Zambrano; sin embargo, el juez no tuvo en cuenta esta petición y las declaró ilegales al argumentar que el acusador tuvo errores a la hora de sustentar su petición.

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Ese medio indicó que el fin de las interceptaciones, según la Fiscalía, era poder contar con material de peso que pudiera demostrar la presunta responsabilidad de Zambrano en los hechos de los que se le acusa; además, con esas escuchas se pretendía establecer si hubo cómplices y si existía una conducta predeterminada a la hora de actuar.

El abogado de Zambrano, Jairo Porras, fue uno de los que se opuso a la legalización de las interceptaciones al indicar que se estaba violando la privacidad de su defendido y que su defendido ya había suministrado sus datos de contacto, laboral y dirección de su familia, indicó el impreso.

Mauricio Zambrano quedó en libertad

Una semana antes, el juez Polidoro Bernal tampoco tuvo en cuenta los argumentos presentados por la Fiscalía General de la Nación y decidió dejar en libertad a Mauricio Zambrano.

El ente acusador había solicitado que Zambrano fuera enviado a la cárcel al considerar que se trataba de una persona peligrosa para la sociedad; sin embargo, Bernal consideró que no era necesaria esa medida y otorgó su libertad.

El jefe del ente acusador, Francisco Barbosa, señaló que Zambrano fue capturado dentro de la investigación que se adelanta en su contra por los delitos sexuales donde fue víctima una estudiante del colegio Marymount en Bogotá.

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El exdocente fue mencionado en varios testimonios de alumnas y exalumnas que indicaron que se valió de su condición de profesor de educación física y director del equipo de fútbol, para acercarse a sus víctimas y lograr contacto sexual.