Por haber entregado sobornos a jueces y funcionarios judiciales para desviar el proceso para definir la representación de Hyundai en Colombia, el empresario Carlos Mattos fue condenado a nueve años y cinco meses de prisión. La condena contra Mattos llega después de que el empresario confesara que había ofrecido dineros para poderse quedar con la representación de la multinacional coreana en Colombia. Esta se trata de la segunda condena contra Mattos por este mismo caso.
La sentencia fue proferida por el juez 30 de conocimiento de Bogotá, quien lo condenó por los delitos de cohecho y por daño informático agravado. La decisión del juez llegó después de que la pena inicial fuera anulada por el Tribunal Superior de Bogotá porque al parecer no se había logrado demostrar que hubo un incremento en el patrimonio de Mattos. Esta decisión fue rechazada por la Fiscalía después de certificar que no hubo esa irregularidad y después de esto fue que el juez emitió nuevamente su decisión.
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Esta condena se trata sobre un soborno de 700 millones de pesos que el empresario Mattos aceptó haberle entregado a varios funcionarios de la rama judicial para así lograr que una medida cautelar quedara en manos de un juez específico escogido por el ahora condenado. Se trata de quien ocupada el despacho del Juzgado Sexto Civil de Bogotá, Reinaldo Huertas, quien terminó beneficiándolo para que se pudiera quedar con la representación de Hyundai en el país.
Mattos es el máximo responsable dentro del entramado de corrupción que ocurrió durante el litigio con la casa matriz de Hyundai para poder seguir comercializando sus vehículos en Colombia. El empresario es responsable de sobornar a funcionarios de la rama judicial para recibir beneficios en audiencias, repartos y decisiones en los juzgados civiles de Paloquemao en Bogotá. La condena contra el empresario fue nombrada como “ejemplar” por haber permeado el buen funcionamiento de la rama y afectar gravemente su imagen.
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De acuerdo con la investigación, Mattos, junto con el abogado Luis David Durán Acuña, logró contactar a las personas que tenían vinculación directa con los repartos y asignación de procesos en los despachos civiles para que alteraran el sistema y salir beneficiado. Estas irregularidades fueron ocultadas por los empleados de la rama judicial luego de que recibieran millonarios sobornos por parte del empresario.
A pesar de que la defensa de Mattos presentara una solicitud de nulidad, el juzgado negó la solicitud afirmando que no hubo una inducción al error por parte de la Fiscalía para que el empresario firmara un preacuerdo y aceptara los cargos imputados. Además, le negó la detención domiciliaria y le impuso una multa de 701 salarios mínimos legales vigentes para el año 2007. Mattos fue sentenciado a cinco años y diez meses de prisión el pasado 8 de noviembre por otro caso de soborno a la jueza 16 Civil de Bogotá.
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