De hecho, ese atentado, perpetrado el 24 de octubre de 2017, no era el primero que sufrían el papá de Dylan y el mismo niño, que ya había resultado herido en otro ataque en 2016 y en el mismo sitio: frente a su vivienda ubicada en el barrio Jardín, de la localidad de Bosa, sur de Bogotá.

En la captura de las 13 personas involucradas en la red criminal que identificaron las autoridades tras el asesinato del pequeño Dylan Fabián llama la atención que además de los padres están su abuela, un tío y la amante del padre del niño.

“Cuando tenemos conocimiento del homicidio, se evidenció que se trataba de un control territorial por temas de microtráfico en el sector de Bosa”, explicó el mayor Álex Venegas, de la Sijín Bogotá, en Noticias Caracol. “Este era un clan familiar. De las 13 personas que tenemos capturadas, cinco sostenían un nexo cercano”.

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Pero la operación también arrojó otros resultados. La Policía y la Fiscalía lograron esclarecer otros ocho homicidios, con “suficiente material probatorio para imputarles estos delitos”, agregó el oficial en el informativo.

Los 13 capturados pertenecían a la estructura criminal conocida como ‘los Chinches’, que delinquían en la localidad de Bosa. Por ocho años, venían provocando la zozobra en los barrios San Bernardino, Villa Emma, San Joaquín, Villas del Progreso, El Triunfo y El Remanso, agregó Caracol Radio.

“Además de haber conformado un emporio para la venta de estupefacientes en parques y entornos escolares, se habían dedicado a los asesinatos por el control de territorios en la localidad”, asegura la emisora.

Los familiares del niño eran los que venían “liderando por tradición esta estructura criminal. Eran los encargados de seducir a los niños de este sector para atraerlos al consumo de estupefacientes”, agregó el mayor Venegas en la misma frecuencia.