El primer riesgo, de acuerdo con la información que ofreció Empresas Públicas de Medellín (EPM) en un comunicado es que el flujo de agua por la casa de máquinas es constante, sin presentar novedades en la última semana, con un promedio que fluctúa entre 1.100 metros cúbicos de agua por segundo (m3/s) y 1.200 m3/s.

“De acuerdo con el comportamiento climático en la zona del proyecto y la cantidad de lluvias que caen por estos días, el caudal de agua que llega al embalse oscila entre 1.500 m3/s y 1.600 m3/s”, dice el comunicado.

Agrega que la cota del embalse está en 393,34 metros sobre el nivel de mar (msnm), y que de continuar con la tasa de crecimiento actual del embalse, se calcula que este llegaría a la cota 401 msnm a mediados de junio, donde pasaría de manera natural el agua por el vertedero.

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El segundo riesgo tiene que ver con los movimientos de tierra, principalmente en dos puntos: el sector de túneles de desviación y la parte alta del pozo de compuertas.

EPM asegura que geólogos expertos monitorean de manera permanente con alta tecnología los movimientos que se presentan en la montaña, cuyos desprendimientos, indica el radar, no superan todavía los 10 milímetros por hora.

Y recuerda que la tecnología empleada da señales con la debida anticipación que permita realizar evacuaciones preventivas del personal y si es necesario de las comunidades ubicadas aguas abajo.

“En la última semana se evidencia que en las partes altas de ambos derrumbes hay tendencia, como había anunciado EPM, a desprendimientos de tierra y hoy sigue cayendo tierra en una cantidad no significativa”, añade.

Advierte que el monitoreo geológico es constante, gracias a lo cual se estableció que el macizo se encuentra en proceso de reacomodación. “Es importante anotar que el llenado del embalse, la evacuación de agua por casa de máquinas y las fuertes lluvias que caen en la zona del proyecto aumentan la presión sobre la montaña”, dice.

El tercer riesgo es sobre la estabilidad y las filtraciones en la presa. Para EPM, la presión del embalse sobre la presa está “en los rangos esperados y el monitoreo no revela que se muevan por fuera de lo previsto para la situación actual del proyecto”.

Aclara que las filtraciones hoy en la presa son de dos tipos: las naturales que tiene y que iba a tener así el proyecto hubiera operado en condiciones normales, a través de las galerías de filtración derecha e izquierda para evacuar agua; y las del llenado prioritario para subir la presa hasta la cota 410 msnm, que eran previsibles y se monitorean hora a hora.

“Estas filtraciones se tratan de controlar con el depósito de material fino para ayudar a impermeabilizar y taponarlas”, continúa el comunicado. “Esta medida se implementó desde el domingo 3 de junio en la mañana y se continuará haciendo. También se adelantan 30 perforaciones por las que se aplicará bentonita, una arcilla que se expande y mejora la impermeabilidad de la presa”.

La empresa informa que trabaja con sus especialistas, contratistas y panel de expertos nacionales e internacionales en recuperar el control del proyecto con acciones que incluyen el lleno prioritario de la presa, subiendo hasta la cota 415 msnm; tapar el túnel de desviación derecho y tapar el sistema auxiliar de desvío.