Eso lo establece la Fiscalía, a través de un comunicado de prensa, en el que además afirma que junto a Grosso fueron capturadas otras 3 personas que pertenecían a una presunta red de corrupción que “permeó en el ente de control (Superintendencia de Salud) para favorecer a particulares”.

Los otros 3 capturados fueron identificados como: Eva Katherine Carrascal Cantillo, exsuperintendente delegada para la supervisión institucional de la Supersalud; Jhon Alexander Colmenares Russi, que habría administrado varias IPS y además manejaba los negocios de Grosso; y Javier Pena Ramírez, actualmente director médico nacional de Cajacopi EPS (Barranquilla).

De acuerdo con el ente acusador, estas 4 personas presuntamente concertaron para “manipular el sistema de salud valiéndose de los altos cargos que ocupaban en entidades que vigilan ese sector”.

Más de 500 audios y otras pruebas documentales permitieron determinar que, en 2016, la exsuperintendente delgada “habría utilizado su cargo para favorecer a entidades promotoras de salud (EPS) y cajas de compensación”; a cambio mensualmente habría recibido dinero en efectivo o cheques.

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Incluso, la funcionaria habría obtenido una participación en acciones de una EPS. Todo eso, por entregar “accesos a información oficial privilegiada y el direccionamiento de trámites administrativos que cursaban en la Superintendencia” agrega la misiva.

La mujer, a diferencia de Grosso, tendrá que responder por los siguientes 6 delitos:

  • Concierto para delinquir.
  • Cohecho propio.
  • Cohecho impropio.
  • Prevaricato por omisión.
  • Utilización indebida de información oficial privilegiada.
  • Asesoramiento y otras actuaciones ilegales Falsedad en documento privado.

“Con esta investigación queda probado que los corruptos hacen fiestas en el sistema de salud en detrimento de la integridad del servicio a los colombianos”, aseguró el fiscal general Néstor Humberto Martínez.