
En la actualidad resultan extraños los momentos en los que no hay una cámara grabando. Desde cámaras de seguridad a teléfonos celulares, hay un registro constante de todo lo que pasa en la realidad. Esta situación marca un cambio considerable de cara la investigación de sucesos de orden público, como el atentado que sufrió el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en Bogotá.
(Vea también: “Yo doy los números”: respuesta de sospechoso de atacar a Miguel Uribe al ser capturado)
En medio del caos suscitado por el impacto del ataque y el sonido ensordecedor de las balas, las cámaras registraron, no solo, el momento preciso del ataque, sino la posterior persecución y captura del presunto sicario de 15 años, quien también resultó herido y actualmente recibe atención médica.
Uno de los detalles que más llama la atención, de acuerdo con Daniel Coronell, se produjo en el momento en el que el menor, herido en una pierna, fue reducido por un escolta de la UNP y otras personas, entre miembros de la comunidad y del esquema de seguridad.
Según lo revelado en el Reporte Coronell, la actitud de una de estas personas, un hombre que se ve en los videos llevando un saco de color rojo, resultó sospechosa, incluso para los hombres de seguridad que se encontraban en el lugar. Dicho sujeto agredió al menor cuando ya estaba esposado y reclamaba con furia, mientras intentaba patearlo en la cara.
Persecución y captura del sicario que atentó contra Miguel Uribe pic.twitter.com/whUOWC0HOh
— César Moreno (@CesarMorenoH) June 8, 2025
De acuerdo con el reconocido periodista, la furiosa actitud resultó tan extraña que uno de los hombres de seguridad le preguntó por qué le quería hacer daño al detenido, y si tenía algo que ver con el ataque.
“¿O es que usted tiene que ver algo?”, le reclama el agente al hombre enfurecido, consciente de que cualquier intervención violenta podría afectar el desarrollo de las futuras investigaciones.
Otro detalle a resaltar, dice Coronell, es la falta de cuidado del policía que se incautó del arma, quien no se habría preocupado por mantener la cadena de custodia, en medio de la premura de lo ocurrido. El periodista destacó que el agente tomó la pistola sin guantes, sacó del proveedor una bala que quedaba y la guardó en su chaleco con la recámara abierta.
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