Este martes se llevó a cabo una Cumbre Humanitaria en Bogotá en la que se contó con la presencia de voceros y miembros de plataformas humanitarias de los territorios más golpeados por el conflicto armado: Cauca, Catatumbo, Arauca, Chocó, Antioquia, Meta, Putumayo y el Magdalena Medio. También hubo una nutrida representación del cuerpo diplomático y los organismos multilaterales que han sido acompañantes del Acuerdo de Paz, como las embajadas de Cuba y Canadá, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Misión de verificación de la ONU.

El nombrado canciller, Álvaro Leyva, hizo presencia en el evento como representación del gobierno electo, para escuchar los reclamos y propuestas de las organizaciones. Desde allí, reveló que “ya hay un camino abierto” con el Eln para avanzar en los diálogos de paz con ese grupo armado y que “pronto vendrán noticias”.

“Con los señores del Eln todo lo que se vaya acordando se irá aplicando, vamos a continuar el proceso con el Eln”, afirmó Leyva. En referencia a las crisis de los territorios, el desginado canciller aseguró que el Acuerdo Humanitario Ya! propuesto desde el Chocó es un primer paso para desescalar el conflicto, e incluso, que ya han recibido propuestas concretas para hacer desminados.

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De acuerdo con las organizaciones presentes e el evento, en 2021 hubo 3.675 hechos de violencia ligados al conflicto, con tendencia a un incremento durante 2022. Por ello proponen “una agenda humanitaria” que establezca “las bases de un acuerdo de humanización del conflicto colombiano desde los territorios”, como está consignado en el documento de la Agenda Humanitaria que las organizaciones entregarán al presidente electo Gustavo Petro.

Las organizaciones se refieren a un contexto de “emergencia y crisis humanitaria que atraviesa las diversas regiones del país”, por la reactivación del conflicto armado. Para ello proponen “acuerdos mínimos” con los grupos armados, que permitan desescalar el conflicto, promoviendo la aplicación del DIH.

La propuesta incluye un plan para desescalar las hostilidades que ponga el foco en los municipios y regiones más afectados por la guerra, para lo cual “es necesario involucrar a los gobiernos locales” y a las “organizaciones sociales, cívicas y populares”.

Con una hoja de ruta que contempla el acompañamiento internacional se busca lograr un “cese multilateral al fuego, para alcanzar una gran agenda humanitaria que inicie desde los territorios”.

“Nada hay más civilizatorio que erradicar la violencia política, que erradicar la violencia social”, dijo el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en un saludo que envió al evento por video.

Alejandro Casa Machín vino desde las montañas de Caloto, en representación del Consejo Regional Indígena del Cauca. Los acuerdos con los grupos armados no son algo nuevo para él y su comunidad pues asegura que llevan décadas logrando pactos locales en el marco del control territorial que los pueblos indígenas ejercen sobre sus resguardos. Para salvaguardar la vida y la autonomía territorial las comunidades “siempre han hecho diálogos”, sostiene Casa. “Es hora de hacer la paz completa, pero desde el sentimiento de la gente, desde la población civil. Nuestras iniciativas buscan humanizar las acciones de todos los actores armados, bien sea legales o ilegales”, añade.

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“Es un orgullo poder sentarnos a su lado, para continuar en la construcción de esto que hemos llamado la paz total, es el objetivo que nos ha reunido desde hace años”, señaló la senadora María José Pizarro.

“Estamos aquí porque estamos cansados de la guerra, porque ya no aguantamos más, desde el Chocó estoy hablando: no ha sido fácil, hace tres décadas llegó el conflicto armado y hace años estamos pidiendo esto, que la paz plena, estable y duradera tenía que venir de los territorios”, declaró el sacerdote Albeiro Parra, recordando que el antiguo comisionado de paz Miguel Ceballos nunca quiso escuchar estos llamados. “Quiero decirle al senado: necesitamos que nos acompañen, que vayan a legislar a los territorios para que nos ayuden a acabar la guerra”, agregó Parra.

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Elizabeth Moreno, representante del Chocó, pidió en nombre de su departamento que desde el mismo día de la posesión presidencial se declare la “emergencia humanitaria” para hacerle frente a la crisis. Además, pidió que se tengan en cuenta medidas para hacerle frente las violencias de género que se ejercen contra “el cuerpo de las mujeres, nuestro templo sagrado”.

Otro de los asistentes fue el exprocurador Richard Moreno, quien aseguró que “mucha gente en la comunidad internacional cree que ya estamos en paz, porque además los informes del gobierno muestran eso, pero todos los días masacran, matan… La paz no va a ser posible si no encontramos solución a los problemas estructurales en los territorios, las causas de la violencia en Colombia son diferentes, por lo tanto las soluciones tienen que ser diferentes”.

A su turno, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Masseu, indicó que “la esperanza que se siente hoy en Colombia con respecto al futuro también se respira en las Naciones Unidas. Se entiende ese optimismo, pero hay que llenarlo de acciones concretas. Por ello es necesario tener respuestas pronto”. Ruíz también reiteró el compromiso de la ONU para que esa esperanza se materialice: “Les doy mi palabra de que seguiremos acompañándolos”, dijo.

Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, también asistió a la cumbre humanitaria. “Saludamos la propuesta de una paz total del nuevo gobierno. Creemos que es lo más acertado para Colombia”, declaró la alta funcionaria.