En dicho diálogo, el primero en hablar fue Andrés Mayorquín, quien fuera asesor de la jefe de gabinete María Paula Correa y luego destituido cuando se conoció el escándalo.

Dijo que se enorgullecía de recomendar a su esposa, Karen Váquiro, en todo lado. 

“No había un ser humano al cual yo no le hablara [de ella]. Esa mujer es la luz de mis ojos […]. Esa mujer es mi corona; es lo más hermoso que tengo en la vida. Yo se la recomendaba a todo el mundo”.

Y es que, de acuerdo con Blu Radio, las recomendaciones Mayorquín funcionaron muy bien, pues fueron, al menos, 24 contratos por 1.245 millones de pesos. 

De estos, unos 22 fueron por contratación directa y 2 por Contratación de Régimen Especial, contó ese medio .

Para defender su actuar, el exfuncionario dijo que no tiene muy claros el contexto ni las circunstancias de modo, tiempo y lugar que rodearon acusaciones como las que hizo, por ejemplo, el acalde de Cartagena, William Dau.

No obstante, ofreció disculpas a cada una de las entidades que se vieron involucradas por el escándalo de tráfico de influencias. Pero se esforzó mucho en asegurar que su esposa era autosuficiente y que no necesitaba ni que él la defendiera ni que la recomendara.

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Instantes después fue el turno de hablar para su esposa, Karen Váquiro, que también se disculpó, aunque dijo que no cometieron irregularidades y que su recorrido por la vida pública no está relacionado a su relación con su esposo. 

Ahí, Camila Zuluaga les preguntó por qué estaban ofreciendo disculpas si, según ellos, no estaban haciendo nada malo. 

Mayorquín dijo que las disculpas sí eran necesarias, pues la denuncia del posible caso de corrupción puso en aprietos a varios de los funcionarios de las entidades para las que Váquiro trabajó. 

En sentido, Karen Váquiro dijo que pecó por desconocimiento y que no sabía que estaba inhabilitada por el hecho de que su esposo trabajaba en la Presidencia.

Sin embargo, en Blu Radio cuestionaron que ella hubiera negado que estaba vinculada con Mayorquín. Ante ese señalamiento, Váquiro aseguró que no quería que la vieran como la esposa de un funcionaria del Gobierno.

Agarrón de Camila Zuluaga con pareja involucrada en caso de corrupción

En ese punto de la entrevista, Váquiro dijo que era falso que se estuviera enriqueciendo con los contratos obtenidos recientemente. Aseguró que de los más de 1.200 millones de pesos de los contratos mucho dinero se le fue en impuestos y, según ella, en demás gastos.

Fue allí cuando Mayorquín trató de intervenir en favor de su esposa, pero Camila Zuluaga, alzando la voz, lo paró en seco. 

-“Yo quiero decir algo”, manifestó el exfuncionario.

-“No, pero permítame señor Mayorquín, porque estamos hablando con su esposa”, respondió la periodista elevando el tono.

Mayorquín trató de seguir en su alegato, pero su intervención fue inaudible. La voz que sí se escuchó —y muy fuerte— fue la de Zuluaga, que apeló al discursó dado por el señalado minutos antes. 

“Usted acaba de darme una retahíla de que ella no necesita de su defensa. Perdóneme, [fueron] 15 minutos diciendo que su esposa no necesita de la defensa de nadie porque ella tiene la capacidad. Entonces, le pido por favor que permita que ella responda”.

El señalado trató de justificar su abrupta intervención diciendo que la gente está pensando que ellos tienen 1.200 millones de pesos en sus cuentas gracias a sus influencias, lo que para él es una “falta de respeto”.  

No obstante, Zuluaga no reparó en ese reclamo e insistió:

“Ella tiene todas las capacidades para responder y yo le estoy preguntando a ella. Sea coherente con lo que usted dijo al principio. No se meta y deje que ella responda”, sentenció.

Sin embargo, la respuesta de Váquiro tampoco la dejó bien parada. Ella argumentó que, a pesar de ser una destacada contratista, no sabía que estaba inhabilitada y que no conocía que pudo incurrir en tráfico de influencias.

Esta es la entrevista con la pareja de esposos: