Escrito por:  Redacción Bogotá
Nov 5, 2023 - 3:02 pm

Uno de los planes favoritos de los bogotanos, principalmente en navidad, es que caminar por la carrera séptima, ver luces, comprar cosas a los vendedores de la calle y tomar chocolate caliente con pan y queso en la tradicional e histórica pastelería La Florida.

Este es uno de los restaurantes más conocidos de Bogotá y se lo ha ganado bien, ya que lleva abierto más de 87 años pero, a diferencia de lo que muchos creen, no fue inaugurado por un bogotano, sino por un español.

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Elsa Martínez, actual dueña del restaurante e hija de uno de los primeros trabajadores que estuvieron en la pastelería, le explicó al medio Más Colombia que la idea y la apertura fue gracias al español José Granés, quien decidió irse del país europeo debido a la fuerza creciente del franquismo y por cosas de la vida terminó en Bogotá.

Cuando llegó en 1936, quiso montar una pastelería igual a la que tenía en España y en la carrera séptima con calle 20 encontró una oportunidad de negocio. En ese momento, tan solo trabajaban cuatro personas, pues apenas estaba comenzando y la gente casi no los conocía.

En los primeros días entró Eduardo Martínez, padre de Elsa, quien al principio limpiaba las mesas, pero luego, el día que faltó el panadero, decidió postularse y así comenzó a ayudar a que este establecimiento creciera.

En ese entonces, el plato principal, según contó Elsa, era el chocolate, al igual que hoy, pero era espeso y se comía con cuchara, por lo que las personas no lo disfrutaban tanto. Por eso, Martínez propuso cambiar la receta para que quedara más cremoso, dulce y que acompañara bien otros alimentos, como un buen chocolate santafereño, y desde ahí la fama comenzó a crecer.

Este punto se volvió un centro importante de reunión para muchas personas que pasaban por esta transcurrida zona de Bogotá, ya que encontraban en el chocolate el mejor acompañamiento para los días fríos que sen vivían en la capital.

Esta receta del chocolate es tan famosa, que incluso a hoy, 78 años después, se sigue haciendo de la misma manera y con la misma cantidad de ingredientes.

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Problemas para La Florida

Sin embargo, no siempre han sido momentos sencillos, pues luego de que Granés murió y de que los hijos le vendieron su parte a Martínez por 3’500.000 pesos en 1970, la pastelería tuvo inconvenientes hasta con el empresario Arturo Calle.

Calle, que vende vestidos y a hoy es uno de los empresarios más importantes del país, era el dueño de la casa donde estaba la pastelería y en el año 2000 les pidió desalojar de forma inmediata, por lo que todo parecía que terminaría ahí.

No obstante, tal como contó Elsa en dialogo con el medio, tan solo unos días después les ofrecieron comprar una casa por un valor muy asequible, una noticia que les llenó el corazón, ya que la casa era tradicional, muy bien cuidada y que reflejaba perfectamente lo que era la pastelería: tradición e historia de Bogotá.

“Organizamos la inauguración de la nueva sede para el 6 de agosto de 2002, fecha que coincidía con el cumpleaños de Bogotá. Invitamos a periodistas, a conocidos, a los hijos de Granés, a clientes, a la Alcaldía y a quienes pudimos. Llegó el 4 de agosto y mi viejo no podía de la emoción”, comentó Elsa.

Y agregó: “Nos mostró el vestido que iba a usar y la corbata. Estuve con él hasta las 2:30 de la mañana, brindamos con agua, porque sus achaques le impedían tomar. Me fui y supe, al otro día, que tuvo un infarto a las 4:00 de la mañana. Yo a veces digo que se fue con ilusión y nos arruinó la fiesta”.

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Desde entonces, la pastelería ha funcionado sin pausa, incluso en pandemia, y aún recibe a cientos de personas que quieren probar la original receta del chocolate santafereño.

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