
La Alcaldía de Bogotá está analizando la posibilidad de implementar un nuevo cobro de valorización por un monto cercano a los $2 billones de pesos, con el objetivo de financiar parcialmente la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, una de las obras de infraestructura más ambiciosas y esperadas en la capital en las últimas décadas.
(Vea también: “Estamos jugando con candela”: empresarios se le paran a Petro por plan que los impactaría)
Según explicó Diego Molano, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), en una entrevista concedida al programa ‘Hablemos’ Claro de Canal Capital, la medida aún está en estudio y no se ha definido ni la fecha ni las zonas específicas en las que se aplicaría este cobro adicional a los contribuyentes.
Impacto de la valorización en el financiamiento del Metro de Bogotá
Durante una conversación con el programa ‘W Sin Carreta‘, los concejales Cristina Calderón y Daniel Briceño ofrecieron diferentes perspectivas sobre la propuesta de la Alcaldía.
Calderón señaló que la administración actual, encabezada por el alcalde Carlos Fernando Galán, quien ya habló de cuánto valdría el pasaje de ese medio de transporte, ha recibido 19 obras de valorización previamente cobradas que aún no han sido ejecutadas, además de otra obra que data del acuerdo de 1995, es decir, de hace más de 30 años. Añadió que, si bien el IDU ha planteado la posibilidad de un nuevo cobro, esto no significa que sea una decisión tomada ni de ejecución inmediata.
“El alcalde Galán está poniendo la casa en orden. Si vemos que es posible, se hará, pero por el momento no hay una lista de obras o sitios donde se asegura que se hará este cobro”, afirmó Calderón.
Esto sugiere que la prioridad de la Alcaldía es garantizar eficiencia y transparencia en el manejo de las obras pendientes antes de comprometer nuevamente a los ciudadanos con un nuevo impuesto de valorización.
Ver esta publicación en Instagram
Por otro lado, el concejal Daniel Briceño fue más concreto al indicar que la administración sí contempla una valorización cercana a los $2 billones, dirigida a aproximadamente 446.811 predios, con el propósito específico de respaldar financieramente la primera línea del metro. Según Briceño, las estimaciones necesarias para esta iniciativa ya han sido realizadas por las entidades correspondientes.
Un punto clave que mencionó Briceño es que, pese a que el Distrito cuenta con un cupo de endeudamiento aprobado por $9.56 billones de pesos para proyectos de infraestructura, este presupuesto aún no ha sido ejecutado.
Esta situación plantea dudas sobre las estrategias de financiamiento que se están considerando y sobre el momento en que se activarán para materializar obras clave como el metro.
La construcción de la primera línea del Metro es vista como crucial para mejorar la movilidad y aliviar el tráfico en Bogotá, beneficiando a millones de ciudadanos cada día. Sin embargo, cualquier decisión que implique un nuevo cobro por valorización requerirá una planificación rigurosa y una socialización clara con la ciudadanía, con el fin de asegurar la legitimidad y el respaldo público a esta medida de financiación.
Problemas de financiación del metro de Bogotá
La financiación de la primera línea del Metro de Bogotá ha enfrentado múltiples desafíos que amenazan con retrasar o encarecer una de las obras de infraestructura más esperadas por los ciudadanos. Uno de ellas fue el anuncio del Gobierno de frenar recursos asignados por el recorte presupuestal que significó el hundimiento de la ley de financiamiento.
Uno de los principales problemas radica en la falta de ejecución del cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo de Bogotá, el cual asciende a más de $9 billones de pesos.
Por otra parte, existe la posibilidad de que Estados Unidos frene o condicione recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que ha aprobado préstamos clave para la ejecución de la primera línea.
Como principal accionista del BID, el gobierno estadounidense tiene poder de veto sobre ciertos desembolsos, especialmente si existen preocupaciones políticas, ambientales o de transparencia.
Aunque hasta el momento no se ha producido una decisión formal de bloqueo, hay temores de que un cambio en las relaciones diplomáticas, cuestionamientos sobre la gobernanza del proyecto o tensiones geopolíticas puedan derivar en la suspensión o postergación de fondos.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO