Por: El Espectador

El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.

Este artículo fue curado por pulzo   Oct 3, 2025 - 2:13 pm
Visitar sitio

Durante el primer fin de semana de octubre, Bogotá se erige como un epicentro de la actividad cultural gracias a la confluencia de tres eventos musicales que representan diversas tradiciones sonoras. El Festival Salsa al Parque, en su vigésima sexta edición, tiene como escenario la Plaza de Bolívar y se consolida como uno de los festivales gratuitos más emblemáticos de la ciudad. Esta cita anual facilita un intercambio entre orquestas reconocidas del ámbito nacional y destacados exponentes internacionales de la salsa como La Sonora Ponceña y Manolito Simonet y su Trabuco. De acuerdo con el Journal of Latin American Cultural Studies (Smith, 2021), estos encuentros no solo promueven el género musical, sino que también aportan a la cohesión social en una urbe marcada por la diversidad, mientras que la política de acceso libre, impulsada por el Instituto Distrital de las Artes (Idartes), democratiza la vivencia cultural en el espacio público.

Simultáneamente, el Tortazo Rock en La Media Torta prolonga la tradición del rock colombiano al brindar un escenario a bandas emergentes y renombradas como 1280 Almas y Boca de Serpiente. Destinado a mayores de 14 años y sin costo de ingreso, este evento resalta la importancia de espacios abiertos que permitan la expresión juvenil y la promoción de la producción musical independiente. Revisiones recientes en Cultura y Sociedad (Martínez et al., 2023) subrayan la relevancia de estos escenarios en el fortalecimiento del bienestar de los jóvenes y su participación activa en la vida urbana.

Por su parte, el regreso de la banda española Rupatrupa al Royal Center representa la vitalidad de la escena musical independiente y la apertura de Bogotá a propuestas internacionales. Rupatrupa, cuya propuesta integra la rumba, el reggae y la canción de autor, ejemplifica el fenómeno de hibridación y diálogo transnacional en la industria musical. Según el Instituto Cervantes (2024), la visita de agrupaciones extranjeras a escenarios bogotanos contribuye a enriquecer los lazos culturales y a ampliar el imaginario sonoro local.

Estos tres eventos, al coexistir en el mismo fin de semana, ilustran la complejidad sonora y social de la Bogotá contemporánea. Salsa al Parque refuerza las raíces caribeñas y latinoamericanas, Tortazo Rock nutre la identidad juvenil y rockera, mientras Rupatrupa introduce nuevas sensibilidades globales y alternativas, situando a la ciudad como un espacio de convergencia “glocal” (global y local) dentro del panorama musical latinoamericano.

Lee También

Así, Bogotá, a través de una política cultural plural y la apertura de espacios para el patrimonio y la innovación, se reafirma como una capital cultural incluyente. Los interesados en conocer más sobre la programación y el impacto de estos festivales pueden consultar fuentes oficiales como Idartes y medios de referencia nacional como El Espectador para acceder a información detallada y análisis especializados sobre la dinámica cultural urbana.

¿Qué significa que Bogotá sea considerada un espacio “glocal” en la cultura musical?
El término “glocal” combina los adjetivos “global” y “local” para señalar la interacción entre influencias culturales internacionales y expresiones musicales autóctonas que tienen lugar de manera simultánea en una ciudad. En el caso de Bogotá, la programación de festivales que incluyen tanto artistas locales como grupos internacionales evidencia la coexistencia y fusión de tradiciones diversas, lo cual fortalece su reconocimiento como un nodo estratégico de encuentro cultural en Latinoamérica. Analizar cómo operan estas dinámicas ayuda a comprender la transformación de la identidad musical bogotana y su rol en la región.

¿Cómo influyen los festivales gratuitos en la democratización de la cultura urbana?
La organización de eventos gratuitos como Salsa al Parque y Tortazo Rock responde a una política cultural pública encaminada a derribar barreras económicas y facilitar el acceso de diversos grupos poblacionales a las expresiones artísticas. Estudios citados en el artículo resaltan que estos espacios no solo incentivan la participación ciudadana y el bienestar colectivo, sino que también promueven la inclusión de sectores tradicionalmente marginados del circuito cultural. Esta estrategia resulta relevante en ciudades como Bogotá, donde la diversidad social y cultural requiere propuestas que armonicen el acceso y la representación de distintas voces en la vida pública.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

* Pulzo.com se escribe con Z

LO ÚLTIMO