Un paquete que fue dejado detrás del CAI, Sobre las 9 de la noche del 2 de abril, resultó siendo una mezcla de artefactos explosivos de bajo impacto que alteró los nervios de los vecinos del sector.
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Si bien la explosión no dejó daños de gravedad ni heridos, sí abrió la puerta a varias preguntas sobre quién estaría detrás de la maleta abandonada. Aunque la primera hipótesis apuntaba a que el artefacto iba dirigido a amedrentar a la Policía, de a poco los investigadores han encontrado nuevos indicios.
El general José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, afirmó que hay líneas de investigación que sugieren que el maletín podría haber sido lanzado por una motocicleta o dejado en la vía por un desconocido que se movía en una bicicleta.
En ese sentido, El Tiempo informó que luego de consultar con algunos expertos, se podría pensar que el ataque correspondió a “una forma de dejar un mensaje que hay que investigar”.
Néstor Rosanía, analista de seguridad ciudadana y director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, le dijo a ese medio que el hecho podría estar ligado a “una acción para enviar un mensaje en medio del crecimiento de la extorsión como actividad delictiva en la ciudad “.
“La investigación nos debe mostrar si estaba dirigido al CAI puntualmente o a la población civil o a los comerciantes, o si, por el contrario, se trataba de un mensaje de fronteras invisibles” expresó Rosanía.
Finalmente, informaciones entregadas por el medio citado dan cuenta de que el Ejército Nacional estableció que en el área en la que explotó el artefacto “no hay presencia de grupos armados ni estructuras con poderes bélicos”, por lo que el hecho podría pasar por las manos de estructuras criminales que quieren darse a conocer o que estarían en una disputa por el control territorial de esa zona.
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