Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
El próximo domingo 28 de septiembre de 2025, la ciudad de Bogotá acogerá la iniciativa “Cartas a la Paz”, una propuesta simbólica promovida por la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed). Este evento invita a los ciudadanos a plasmar en cartas sus deseos relacionados con la construcción de un país libre de miedo, en un esfuerzo por fomentar la dignificación y la reconciliación social por medio de la palabra escrita. Enmarcada en la política pública “La LEO” (Lectura, Escritura y Oralidad), la actividad reconoce el potencial de la escritura no solo como medio de expresión sino también como herramienta vital para la memoria histórica y el diálogo ciudadano, según la referencia original.
Las cartas que se recojan durante el evento serán depositadas en los Paraderos Paralibros Paraparques (PPP), puntos de encuentro distribuidos en la ciudad donde bibliotecarios facilitarán la mediación cultural. Lo interesante de este proceso es que va más allá de lo simbólico: estos mensajes viajarán físicamente hasta otros territorios, como el Catatumbo, e incluso llegarán a la Biblioteca Nacional, permitiendo un intercambio de ideas y anhelos entre comunidades diversas y muchas veces distantes. De esta manera, la iniciativa busca no solo conectar voces, sino también tejer redes de confianza y empatía.
Andrea Victorino, directora de Lectura y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, enfatiza que dicho ejercicio colectivo tiene como fin estimular la esperanza social y el intercambio activo, especialmente en contextos donde el trauma y la desconfianza prevalecen. De acuerdo con El Espectador y el Centro de Investigación en Culturas de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, la escritura compartida se convierte en un refugio seguro, permitiendo tanto la catarsis como la proyección de futuros deseables en coyunturas posteriores a conflictos armados o sociales.
El impacto de “Cartas a la Paz” se ve reforzado por su integración a procesos de justicia restaurativa. Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el acceso de personas privadas de libertad a la lectura y la escritura contribuye significativamente a la disminución de la reincidencia y apoya su reinserción social. Este reconocimiento impulsa la labor de las bibliotecas públicas como agentes de transformación social y promotoras de paz a nivel territorial.




En el plano internacional, el recurso de la memoria colectiva y la escritura pública ya ha sido validado como estratégico en contextos de reconciliación, tal como lo registran estudios del International Journal of Transitional Justice sobre experiencias en Sudáfrica y Ruanda. Allí, los relatos compartidos han sido cruciales para superar divisiones y propiciar empatía intergrupal, consolidando procesos de reparación simbólica esenciales para la convivencia.
El aspecto más novedoso del evento radica en el modo en que las cartas circulan: mediadores que cumplen el rol de “carteros de la paz” facilitan un diálogo activo y horizontal entre territorios, convirtiendo la palabra en acción transformadora. Así, poblaciones frecuentemente marginadas logran participar en la conversación pública, aportando a la construcción de un futuro más justo e incluyente.
Por ende, “Cartas a la Paz” resignifica la biblioteca pública como un espacio fundamental para la participación ciudadana y la transformación colectiva, ejemplificando cómo la escritura puede devenir en un auténtico motor de cambio, memoria y esperanza.
¿Qué función cumplen los Paraderos Paralibros Paraparques (PPP) en la iniciativa “Cartas a la Paz”? Los PPP son puntos de mediación ubicados estratégicamente en Bogotá donde se recopilarán las cartas escritas por los participantes. Su papel es crucial, ya que no solo promueven la participación ciudadana de manera descentralizada, sino que también se convierten en lugares de encuentro y difusión cultural. Además, permiten que las cartas viajen y se compartan con comunidades distantes, fortaleciendo los lazos de empatía y solidaridad necesarios para la construcción de paz y el reconocimiento de voces diversas dentro del territorio.
¿Por qué la escritura colectiva es relevante en procesos de reconciliación social? La escritura colectiva crea un espacio seguro donde los individuos pueden expresar tanto experiencias traumáticas como esperanzas de futuro. Según estudios citados en El Espectador y el Centro de Investigación en Culturas de Paz, este tipo de ejercicios facilita la catarsis y el establecimiento de la confianza comunitaria, especialmente en contextos postconflicto. Al compartir vivencias y deseos, la población transita hacia dinámicas de diálogo, reparación simbólica y recuperación de la memoria, pasos esenciales para lograr la reconciliación sostenible.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO