El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
Como un “asco” definió la senadora Esmeralda Hernández la imagen de un caballo usado como espectáculo en medio de la fiesta que se realizaba en un concurrido bar de la ciudad.
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En el video de apenas unos segundos, compartido ampliamente en redes sociales, se ve el momento en que en medio de lo que parece ser un espectáculo de música llanera, entre pólvora, los aplausos del público, las luces y la música estridente, en una improvisada pasarela en la mitad del lugar, un caballo visiblemente nervioso es obligado a trotar para el deleite de los presentes.
“Esto ocurrió ayer en Bogotá: un animal en medio de pólvora, trago y ruido solo por diversión en un bar. Esto no se puede permitir ni normalizar. Solicitaré a las autoridades verifiquen este hecho e imponga las sanciones que apliquen”, resaltó la senadora Hernández, añadió que solicitará al Instituto de Protección Animal coordinar la expedición de una circular para reglamentar el uso y la explotación de animales en bares y establecimientos comerciales.




¡Asco! Esto ocurrió ayer en Bogotá: un animal en medio de pólvora, trago y ruido solo por diversión en un bar. Esto no se puede permitir ni normalizar. Solicitaré a las autoridades verifiquen este hecho e imponga las sanciones que apliquen.
También le pediré a @AnimalesBOG… pic.twitter.com/QHpzF0oAVT— Esmeralda Hernández 🐓🐂🐴 (@EsmeHernandezSi) September 29, 2025
Por otro lado, la plataforma animalista Alto, una de las voces visibles de la defensa de los animales en el país, calificó el acto al que fue sometido el caballo como un “indignante abuso”.
“Lo obligaron a entrar a un lugar lleno de gente, pólvora, y música a toda volumen. Era evidente el enorme estrés y ansiedad del pobre caballito, en una situación en la que incluso estaban en riesgo los asistentes. Ellos no son juguetes, son seres que tienen derecho al bienestar y merecen todo nuestro respeto”, señala la plataforma.
Distrito anunció investigación
“Recibimos las quejas con el presunto abuso de un animal en un bar, en un establecimiento destinado para la diversión. En el video se ve, claramente, que el animal está siendo sometido a distintos procesos que van en contra de su bienestar, le confirmó a El Espectador, Antonio Hernández Llamas, director del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, IDPYBA.
“Es un lugar que parece que hay consumo de bebidas alcohólicas, en donde se utiliza pólvora y seguramente se manipulan alimentos, por tanto, vamos a iniciar, de la mano con las secretarias de Salud y Gobierno, los procesos de inspección y vigilancia del establecimiento frente a sus autorizaciones y frente a los temas de bienestar anima”, recalca el director.
Señala, además, que el maltrato animal tiene que ver con malas disposiciones en materia de salud, nutrición y espacio físico y en ese sentido, la investigación está encaminada a verificar si tal y como sugiere el video, que el animal estaba siendo sometido a prácticas de maltrato para, además, obtener un lucro.
En este punto cabe recordar que la ley 1774 de 2016 reconoce a los animales como seres sintientes y dicta medidas especiales frente a situaciones de maltrato, violencia o explotación generada directa o indirectamente por los seres humanos.
La ley obliga a quienes tengan animales, en calidad de tenedores, cuidadores o propietarios, a generar condiciones para garantizar su bienestar y se aseguren de que no sufran malestar ni físico ni psicológico.
Maltrato animal en Bogotá
El 2024 cerró con aumento en las cifras de maltrato animal en Bogotá de más del 85% frente a los números de 2023. El problema, que denota un trasfondo social y cultural en el que los contextos de violencia contra los animales han sido normalizados, pese a avances significativos, el uso y el abuso de múltiples especies sigue siendo una dolorosa realidad nacional de la que no escapa la capital.
De acuerdo con la Secretaría de Ambiente, en 2024 recuperaron casi 5.276 animales, víctimas de tráfico, que atendieron y liberaron, tras ser hallados en distintas circunstancias. De ese total, 165 los encontraron muertos y se decomisaron 1.563 artículos hechos con pieles como carteras y varios accesorios más elaborados con partes de animales silvestres, y 451 kilos de carnes, huevos y conchas, cuyo destino era el consumo humano.
Recientemente, con la aprobación de leyes que endurecen las penas y ofrecen guías de manejo y atención de casos de maltrato animal, se avizora un panorama cercano en el que la impunidad y la invisibilización de animales violentados deje de ser parte del paisaje cotidiano de la ciudad. Esto, sumado a un continuo componente pedagógico, son las apuestas para un futuro cercano más solidario con el dolor y la sensibilidad animal.
La denuncia por el uso de un caballo de un bar pone nuevamente sobre la mesa la urgente necesidad de reforzar la regulación sobre el uso de animales en espacios públicos y comerciales. Más allá de la sanción puntual, el caso evidencia una problemática estructural en torno al maltrato animal en Bogotá, donde aún persisten prácticas que ignoran el carácter sintiente de los animales y su derecho al bienestar, consagrado por la ley. Una muestra adicional de esta situación es el uso de llamas en las calles del centro como atracción turística, expuestas durante horas al ruido, al contacto constante con multitudes y a condiciones ambientales que comprometen su salud física y emocional.
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