El Espectador
El Espectador

El Ideam informó que los niveles de lluvias que se han presentado desde marzo de 2022 son los más altos en los últimos 40 años y hay una probabilidad del 54 % de que se extiendan hasta el 2023. La entidad también confirmó que varias regiones, entre ellas Bogotá y Cundinamarca, tendrán el pico máximo de precipitaciones durante este mes y el siguiente.

La temporada invernal que está atravesando la capital del país no solo afecta la salud de las personas, sino también la de los animales, sobre todo la de aquellos que viven en condición de abandono. Debido al frío y las malas condiciones de la calle, durante el invierno los animales abandonados se encuentran expuestos a todo tipo de enfermedades, desde infecciones respiratorias hasta problemas digestivos. Las hembras gestantes y sus cachorros son los más afectados, pues terminan muriendo de hipotermia en las calles de la ciudad.

(Lea también: Gatos tendrían inteligencia excepcional y podrían hasta resolver crímenes, según estudio)

Es importante conocer la realidad de estos seres vulnerables, sobre los cuales existe una corresponsabilidad de la ciudadanía. Óscar Buitrago, director de Por Amor a Rocky, una fundación dedicada al rescate, rehabilitación, esterilización y adopción de gatos y perros, identifica tres grandes problemáticas que genera el invierno en los animales callejeros.

“La primera son las enfermedades respiratorias ocasionadas por los cambios abruptos de temperatura. En los perritos la más común es la tos de las perreras que, si no se atiende rápidamente, como en el caso de los perros en condición de calle, puede generar graves consecuencias. Los gatos también pueden tener enfermedades en el tracto respiratorio como la neumonía, si esta no se atiende rápidamente puede ser mortal”.

“La segunda son los problemas dermatológicos, como los hongos, que contraen los animales cuando están expuestos al agua y permanecen por mucho tiempo con su pelaje húmedo. La tercera es el consumo de agua estancada, esa que queda después de las lluvias torrenciales. Los animalitos de calle, tanto perros como gatos, que consumen esas aguas, pueden contraer enfermedades en el sistema digestivo”, cuenta Buitrago.

Lo más preocupante es que el número de animales que se ven expuestos a estos problemas es bastante alto. De acuerdo con un estudio realizado en agosto de este año por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal IDPYBA, en Bogotá habitan más de 66 mil perros abandonados.

Los perros deambulantes o callejeros, como son llamados comúnmente, se encuentran ubicados principalmente en los sectores catastrales de la periferia de la ciudad. En la zona Sur (Ciudad Bolívar y Usme) y Sur Oriental (San Cristóbal y Santa Fe). En la zona occidental y suroccidental (Fontibón, Kennedy, Bosa), en los sectores que limitan con municipios intermedios del departamento de Cundinamarca como Soacha, Mosquera y Funza. Además, el 51,6 % se encuentran ubicados en zonas estrato bajo 2, seguido por el estrato bajo-bajo 1 con 32,84 %, el estrato medio-bajo 3 con 12 % y sin estrato 2 %.

Durante la época invernal aumenta el reporte de animales en estado de riesgo. El IDPYBA brinda atención médica a los más vulnerables, aquellos que presentan urgencias vitales y que no tienen cuidador. Para los demás casos, aquellos donde no peligra la vida del animal, existe un equipo de brigadas médicas, pero esa atención puede tardarse un tiempo mientras se hace la programación.

(Lea también: Tolima carga pesado rótulo de ser uno de los departamentos donde hay más maltrato animal)

“La inclemencia del clima en Bogotá es inminente, normalmente los animales que viven en condición de calle no tienen un lugar donde resguardarse. Aquellos animales que son viejitos desarrollan más problemas, el frío extremo les altera su funcionalidad, les genera mucho dolor, eso hace que la gente se preocupe. Son aquellos animalitos los que reporta la ciudadanía con enfermedades graves”, señala Yenny Cruz, asesora de la dirección general del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.

Los albergues y fundaciones que se encargan de darles una residencia temporal a los perros y gatos callejeros se quedan sin capacidad durante esta temporada, ya que para sostenerlos necesitan comida, medicamentos, veterinarios y suficiente espacio.

“Durante la ola invernal aumentan los casos de animales reportados. Nosotros estamos recibiendo en promedio 20 casos diarios, de los cuales solo podemos recibir 3 o 4, dependiendo de la capacidad de espacio que tengamos en ese momento. Lo que a veces nos toca hacer es escoger los casos más graves, los animales que necesiten ayuda más inmediata. Hoy en día tenemos casi 70 perritos”, informa Óscar Buitrago.

Por otro lado, los accidentes invernales de gran magnitud, como los deslizamientos e inundaciones, hacen que las cifras de animales callejeros aumenten, pues muchas familias afectadas terminan abandonando a sus mascotas.

El IDPYBA, en compañía con el IDIGER, creó una estrategia institucional para atender aquellos animales que se puedan ver afectados por eventualidades de gran magnitud. En junio de este año, por ejemplo, se adelantó una jornada de atención integral a los animales de compañía, que se vieron afectados por los deslizamientos presentados en el sector de Tocaimita, localidad de Usme, una de las zonas más afectadas por la fuerte ola invernal. Durante esa jornada fueron atendidos 18 animales, 16 caninos y 2 felinos, con atención médica veterinaria especializada, valoración general y desparasitación interna y externa.

(Lea también: Alcaldía representará legalmente a perrita que habría sido asesinada en Bogotá)

Aunque el abandono de animales es un problema constante durante todo el año, en época de lluvias se incrementan los reportes de animales en condición de calle con graves enfermedades. “Los perritos pueden estar bien de salud en la calle, pero apenas llega el invierno se enferman, eso hace que aumente el reporte de animales callejeros con estado de salud deteriorado”, explica Óscar Buitrago.

Según el IDPYBA, el 57% de los perros deambulantes son perros de cuadra, también denominados perros comunitarios, que han sido acogidos, resguardados y alimentados por la comunidad; habitan en la calle permanentemente o son semidomiciliados (perros de CAI, estaciones de buses, parques, entre otros). Sin embargo, el 43 % restante son animales que nacieron en la calle, fueron abandonados o se perdieron. Este es el porcentaje que más sufre las consecuencias del invierno.

“De esos 66 mil perros callejeros hay una parte que son acogidos por la comunidad y que probablemente tienen una casita o un resguardo que los ayuda a protegerse. No son de nadie, pero la comunidad los ayuda. El resto son animales que no tienen resguardo, no tienen donde quedarse, donde escampar de la lluvia, donde secarse, ellos son los más afectados, son los que consumen las aguas empozadas porque no tienen como abastecerse de agua potable, los primeros en presentar problemas respiratorios”, añade Óscar Buitrago.

Lee También

Para tratar de mitigar estos efectos, el IDPYBA recomienda a la ciudadanía tratar de acoger colectivamente a estos animales para protegerlos del frío y la lluvia. “Ojalá la comunidad pudiera ordenarse, tener un grupo de vecinos que pudieran generar algunos refugios improvisados para los animales callejeros del sector, brindarles agua potable y alimento”, aconseja la asesora de la dirección general del IDPYBA.

Por su parte, la Alcaldía de Bogotá y el IDPYBA continúan con las jornadas de esterilización gratuitas para perros y gatos que conviven en estratos 1,2, y 3, y para animales de compañía en condición de calle o cuadra. Con la sobrereproducción cada vez son más los perros y gatos afectados por la ola invernal. El objetivo, según la entidad, es atacar el problema de raíz y brindar una solución de fondo.