La madre del menor habría dejado al menor al cuidado de su tía, mientras iba a trabajar en una vereda de La Playa en Barranquilla. Al parecer, en un pequeño descuido de algunos segundos, el niño se mandó a la boca una botella que parecía ser de gaseosa, pero que contenía combustible en su interior.

El infante en su inocencia alcanzó a beber algunos sorbos de la sustancia pensando que era refresco. Inmediatamente su cuidadora se percató de la situación y lo trasladó a un centro médico.

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Según el reporte clínico, el niño ingresó al hospital con signos vitales, pero en un estado muy crítico y débil. Los médicos atendieron la emergencia una vez arribaron al lugar.

Sin embargo, esto no fue suficiente, ya que el pequeño empezó a tener diversas complicaciones y sufrió tres paros cardíacos. Desafortunadamente aunque batallaron por salvarle la vida, el pequeño falleció.

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Luego del accidente, la Policía de Infancia y Adolescencia anunció que adelanta una investigación para determinar si en el hecho hay responsabilidad de los adultos a cargo del menor.