Dichas pruebas, que habrían sido tomadas entre mayo y junio del 2018, “se quedaron en las salas de interceptación controladas por la Dijin”, asegura Blu Radio.

En días pasados, además de denunciarse la circulación de falsas transcripciones de esos audios, otros periodistas también se preguntaban por la ubicación de los mismos y planteaban la posibilidad de que hubieran desaparecido.

José 'Ñeñe' Hernández y un hombre disfrazado de Pablo Escobar

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Este jueves el asunto tuvo algo de claridad, pues el abogado que investigaba un homicidio y halló que también se hablaba de delitos electorales, Miguel Ángel del Río, confirmó que ese audio existe, pero sostiene que hay una orden para que se quede en la sala donde se obtuvo. Además agrega que “el informe no debía ser descubierto” y acusa a la Fiscalía de hacer “un traslado probatorio tramposo”.

Según la emisora, al ente investigador llegaron los audios obtenidos entre noviembre del 2018 y abril del 2019. Incluso señala que solo un año después del hallazgo de posible compra de votos se remitió una nota de la policía judicial sugiriendo que se enviaran copias a los fiscales competentes para que se investigara.

Lo que ahora se buscaría definir es por qué el informe que daba cuenta de los posibles delitos electorales se tardó un año en llegar, por qué se omitió la sugerencia de investigarlos en su momento y si la fiscal del caso supo en 2018 de lo que había o solo se enteró en 2019, concluye la emisora.

En el marco de estas posibles irregularidades, el periodista Gonzalo Guillén discrepó sobre la apertura de una indagación preeliminar contra el senador Álvaro Uribe en la Corte Suprema de Justicia, diciendo que las pruebas que la motivaron no serían suficientes y “no va a pasar nada”.