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Escrito por:  Paola Páez Infante
Coordinadora de proyectos especiales     Jul 23, 2024 - 8:37 am

En medio de un diálogo de la subregión del Catatumbo para priorizar los programas y proyectos que necesitan algunos municipios de Norte de Santander para implementar el Acuerdo de Paz, las asociaciones campesinas se pronunciaron sobre el cese al fuego.

En los últimos días, el Gobierno Nacional anunció que se extenderá con parte de las disidencias por tres meses más con los bloques ‘Gentil Duarte’, ‘Jorge Suárez Briceño’ y el frente ‘Raul Reyes’; aunque no sucederá lo mismo con los grupos que están bajo el mando de ‘Iván Mordisco’.

(Vea también: Disidencias de las Farc implementarán georreferenciación durante los diálogos: ¿Cómo funciona?)

Ante eso, y teniendo en cuenta que los primeros bloques tienen incidencia en el norte del país, Juan Carlos Quintero, presidente de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), celebró la noticia de la ampliación en conversación con Pulzo:

“Saludamos los tres meses de prórroga, esperamos que sea un cese con unos mecanismos fuertes de verificación”.

Quintero justificó su posición señalando que en el territorio sí ven cambios con estas decisiones:

El clima a comparación de hace año y medio es distinto, es un clima favorable en relación a la paz. Hay ciertas tensiones en los últimos días entre gurpos armados irregulares que esperamos que no sigan escalando porque estamos hablando de estos procesos de paz con las comunidades y un enfrentamiento en la región podría causar una ctástrofe humanitaria”.

Puede ver la entrevista completa en este video, en el que el representante campesino asegura que hasta ahora el cese al fuego con las disidencias de las Farc se ha cumplido y que esperan lo mismo con el Eln, porque en algunas zonas todavía hay poblaciones confinadas.

Por su parte, Edinson Delgado, representante de la Asociación de Desplazados del Medio Catatumbo (Asodesamet), habló de su percepción sobre los cese al fuego de todos los grupos armados:

“La primer jornada con el Eln fue importante; en la segunda fase no ha sido tan importante, pero sí al menos nos ha dado tranquilidad. Y con la gente de la disidencia no nos ha dado esa confianza porque se ha utilizado más para el reclutamiento de menores y tratar de crecer militarmente mientras abusan de la población civil”.

¿Cómo va la paz en el Catatumbo?

Esa subregión PDET —conformada por los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú— tuvo un encuentro con varias entidades del Gobierno Nacional para evaluar los avances de la paz.

Sus habitantes celebraron que ahora sí se esté creando un capítulo de programas y proyectos que hagan posible la ejecución de lo que suplirá sus necesidades.

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Por eso, Quintero dijo en este medio que sus principales apuestas son por  un “proceso de saneamiento, ampliación y delimitación de los resguardos indígenas, pero también el proceso de constitución de la zona de reserva campesina del Catatumbo. Para ello, dijo, es vital que se mire al tiempo el desarrollo de la infraestructura, salud y educación de la región.

(Vea también: Cambios que propuso Petro ante la ONU para acelerar Acuerdo de Paz en los municipios PDET)

En ese sentido, pidió especial atención para ese punto porque sin tierras no puede existir una reforma rural integral, tal como se planteó en el Acuerdo de Paz, pues reconoce que sigue en deuda la restitución de tierras y los procesos de sustitución de cultivos ilícitos para 5.000 familias:

“Que el PATR tenga el ordenamiento social de la propiedad participativo con la comunidad y el ordenamiento del territorio. Si eso se logra, se puede generar un proceso de desarrollo endógeno en el territorio mucho más efectivo. Podríamos saber qué vamos a sembrar, podríamos ordenar las cuencas hídricas y establecer las comunidades indígenas sobre lo que es el uso del suelo”.

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Quintero reveló que en la zona “no está descartado el proceso de la industrialización legal de la hoja de coca en el territorio” para buscar un uso apropiado hacia lo cosmético y nutritivo, para lo que hay “voluntad politica del Gobierno”; sin embargo, también dijo que muchas familias esperan la otra arista porque siguen produciendo entre 600 y 700 toneladas de alimentos al mes.

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En la zona, por ejemplo, hay productores de café, cebolla, caña, panela, piña, palma y más productos que pueden tener gran salida por la ubicación geográfica del Catatumbo, teniendo en cuenta su cercanía con el centro del país, pero también con la Costa y con Venezuela.

Ante eso, el presidente de Ascamcat fue enfático con que “la principal falencia es estructural. El abandono histórico del Estado, que nunca ha apoyado las iniciativas del campo y el modelo económico. Colombia tiene unos tratados de libre comercio que se firmaron hace muchos años y hoy se ven las consecuencias porque profundizan las importaciones de 13 millones de toneladas al año en alimentos a un menor costo, y lo que produce el campesinado colombiano no vale“.

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