En Bogotá, en los últimos años, se han presentado hechos trágicos de jóvenes en fiestas clandestinas, estos eventos ilegales combinan el consumo de sustancias ilícitas y música fuerte en ambientes cerrados y con mala ventilación.

(Lea también: Adiós al guayabo: descubra qué alimentos puede consumir para evitarlo)

Las autoridades han identificado estos lugares, pero han tenido problemas para intervenir y poder acabar con ellos. La falta de conocimiento sobre consumo y la mezcla de música y drogas pueden ser fatales. Además, en fiestas con condiciones precarias, las personas sudan y se deshidratan, lo que aumenta su frecuencia cardíaca y presión arterial.

La Secretaría Distrital de Gobierno afirma que trabaja con el sector privado formal y legal, y que persigue, sanciona y judicializa las fiestas clandestinas ilegales que cobran la vida de jóvenes. Sin embargo, las fiestas clandestinas son un mercado abierto de drogas para los jóvenes.

Los organizadores aparentemente se esconden cuando se les pregunta por lo sucedido, pero deben enfrentar cargos por delito domiciliario culposo. Uno de las fallas más grande es la ventilación, ya que no es la adecuada para este tipo de fiestas, añadiéndole la mezcla de sustancias, poco oxígeno, luces y música que puede desorientar a la persona hasta causar mareo o desmayos. Todo esto sin mencionar la irresponsabilidad de los organizadores por dejar entrar a más gente de la capacidad permitida.

(Vea también: Cómo gastar en fiestas para que no se despierte sin lo del mercado)

Testigo Directo conoció el caso de una fiesta clandestina donde murió un joven, en este evento se estaba dejando entrar a más del doble de la capacidad permitida, y había un mínimo vital de agua que se acabó al trascurrir la noche.

La entidad pública encargada de supervisar la organización de estas fiestas es el Gobierno, que tiene la competencia y la injerencia directa en controlar las alcaldías locales. Es importante denunciar a los organizadores de estas fiestas clandestinas para que sean judicializados y no vuelvan a realizar eventos que cobren la vida de jóvenes. La Fiscalía, la Alcaldía de Bogotá y la Alcaldía de Chapinero deben tomar medidas para prevenir más muertes en fiestas clandestinas en la ciudad.