Según el religioso, la administración del actual presidente comete actos reprochables contra los exguerrilleros de las Farc que se acogieron al acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016.

Así lo dijo en la quinta asamblea de la Comisión Étnica para la Paz y Defensa de los Derechos Territoriales:

“Una venganza genocida para desvertebrar, desmembrar completamente la sociedad, las organizaciones sociales y la democracia en los campos y en los territorios”.

El arzobispo dice que desde la campaña electoral en la que Duque fue elegido presidente sintió “un espíritu de venganza contra el Gobierno [de Juan Manuel] Santos”, que lideró la desmovilización de la antigua guerrilla, y “contra el pueblo que los acompañaba”.

Formación de guerrilleros del Eln

Artículo relacionado

Eln propone tregua de 90 días y pide diálogo; Duque no cede y les recuerda sus condiciones

El religioso agregó que los diálogos de paz suspendidos con el Eln experimentaron “una gran frustración y una enorme incertidumbre en relación al inmediato futuro” de las negociaciones porque los procesos vigentes que “subyacen a esta pandemia, puedan echar por tierra, completamente”.

Monseñor Monsalve reclamó también al Gobierno por la falta de interlocución con la delegación del Eln que continúa en La Habana y con los territorios.

Además dijo que los procesos “que el pueblo colombiano en algún momento vislumbró como su paz y la salida negociada al conflicto armado”, ahora “caen en este tramo de nuestra historia tan difícil, tan violento y en una encrucijada internacional, también muy compleja”.

Juan Manuel Santos e Iván Duque

Artículo relacionado

“Las Farc no van a volver al monte”: Santos, que ataca a Duque por su relación con Cuba

La Nunciatura Apostólica, sede diplomática de El Vaticano en Bogotá, desestimó las palabras del monseñor y aseguró en un comunicado que esa no es la visión que comparte sobre el conflicto y las negociaciones de paz en Colombia.

“Dicha calificación de la gestión gubernamental no corresponde a la visión que la Santa Sede tiene de la compleja situación en que versan en este momento tanto la aplicación integral de los acuerdos de paz de 2016, como el estado de los contactos y conversaciones que a diversos niveles se mantienen con el Eln”.

Además aclaró que el término genocidio “tiene en el Derecho Internacional un significado preciso que no permite sea usado a la ligera en los legítimos debates o discusiones públicas sobre las políticas concretas de un determinado gobierno”.