El video de hora y media de duración que registra la declaración hecha bajo la gravedad del juramento el 20 de febrero de 2019, a las 8:45 de la mañana, acaba de ser difundido por el periodista Gonzalo Guillén, en el portal La nueva prensa.

“Aquí hubo manos criminales en la muerte de los dos”, dice González Camacho al fiscal ‘ad hoc’ ante la cámara que la graba, un documento al que Guillén tuvo acceso y del cual dice tener una copia en Nueva York, “junto con múltiples archivos de la oficina del Fiscal Ad Hoc, la mayor parte de ellos desaparecidos o engavetados por la Fiscalía General de la Nación que los sustrajo el 21 de mayo pasado en un allanamiento sin orden judicial a las oficinas del Fiscal Ad Hoc”.

Esa documentación, asegura Guillén, “fue suministrada por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI”.

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“González Camacho acudió por propia iniciativa ante el Fiscal Ad Hoc, a quien explicó de manera extensa y pormenorizada la amistad que existió entre Pizano y el entonces Fiscal […] Néstor Humberto Martínez, a quien describe reiteradamente en su juramento como ‘traidor’ con base en los relatos y confesiones que, asegura, le hizo el difunto interventor, a quien ella asesoró legalmente días antes de su muerte”, agrega Guillén.

Pero todo se fue al traste el 21 de mayo pasado con la renuncia de Martínez Neira a la Fiscalía, pues con él también salió el fiscal ‘ad hoc’.

“También lo hizo para conseguir, además, que el [fiscal] Ad Hoc cesara automáticamente en sus funciones, pues su equipo estaba ahondando en hechos que comprometían todavía más a Martínez Neira y su entorno, entre ellos dos fiscales subalternos de su mayor confianza (Daniel Ricardo Hernández Martínez y Álvaro Betancur Martínez) a los que el Ad Hoc denunció penalmente en casos que han sido engavetados por la Fiscalía General”, añade al respecto Guillén.

De acuerdo con este periodista, “el allanamiento sin orden judicial a las oficinas del Fiscal Ad Hoc […] fue cometido por un grupo del CTI delegado ante la Corte Suprema. Los agentes que entraron y se llevaron todos los archivos y computadores [y] amenazaron con sacar de sus carros las armas que llevaban para usarlas en la diligencia a menos que nadie se opusiera”.

Guillén recuerda, entre otros muchos aspectos de este sonado caso, que en un memorando que Espinosa dirigió a la Corte Suprema de Justicia al dejar su cargo, cuestionó la circunstancia de que Martínez Neira “obstruyó el caso de corrupción de Odebrecht y el Grupo Aval dividiéndolo en más de 10 ‘líneas’ de investigación completamente separadas”.

Este es el fragmento del video, el primero de cuatro, difundido por Guillén en el que la abogada que trabajó con el fallecido Jorge Pizano sostiene que en la muerte de él y de su hijo, Alejandro, hubo “manos criminales”: