Entre los habitantes de Yarumal, en el norte antioqueño, rondan la conmoción y la tristeza por el asesinato de Arley Jaramillo Monsalve, un hombre de 50 años, reconocido comerciante y líder comunitario a quien le dispararon en su propia casa, en la tarde de este martes 24 de enero.

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Jaramillo Monsalve resaltaba entre los residentes de Yarumal porque tenía que ver con todo el mundo. Casi todos lo conocían, no solo porque nació y se crió en el municipio, sino también porque tenía un próspero negocio, que sacó adelante desde hace 30 años, con el que apoyaba mucho a la comunidad, según contó su amigo Hernán Echavarría Tabares.

Sus palabras sobre Arley se ratifican en redes sociales, donde abundan los comentarios de dolor por su partida y de rechazo a la violencia que le arrebató la vida. Personas cercanas dicen que no había manifestado que tuviera amenazas en su contra y que es muy extraño lo que le pasó porque era una persona muy querida por todos.

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Hace unas tres décadas comenzó a vender ropa en su casa y, poco a poco, fue ampliando la oferta. Actualmente, comercializaba las prendas de vestir, pero también artículos para el hogar y electrodomésticos. Su clientela era mucha porque fiaba con facilidad a los habitantes del municipio y les daba posibilidades de pago por cuotas a las que muchos podían acceder.

Fueron muchos los que se llevaron a crédito televisores, tenis, ropa, neveras, colchones, sábanas y otros elementos para el hogar. Y Arley nunca dejó la gorda libreta en la que anotaba las deudas y los abonos que le hacían.

“Él siempre estaba pendiente de los pagos, semanales, quincenales o mensuales. Cuando se lo encontraba a uno le mostraba la agenda y esa era su forma de cobrar. Pero nunca fue grosero ni trató mal a nadie. Por el contrario, si alguien no tenía, les daba más plazo o la alternativa de ponerse al día”, contó su amigo Hernán.

Pero su labor social también es resaltada por quienes lo conocieron. De hecho, en un comunicado de la Alcaldía de Yarumal, se refirieron a él como líder comunitario.

Y no es para menos: donaba mercados con frecuencia a las familias más pobres, apoyaba hogares geriátricos y bancos de alimentos, y estuvo pendiente de las personas más afectadas económicamente en los peores meses de la pasada pandemia, se dice que llegó a donar 4.000 mercados en esa época.

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Asimismo, lo recuerdan como un amante del Deportivo Medellín y apoyó la creación y organización de la barra de Yarumal con el DIM, que posibilitaba que varios hinchas acudieran a los partidos que jugaba el equipo de local y algunos de visitante, tanto en otras ciudades de Colombia, como en otros países.

Arley dejó tres hijos, todos adultos, y sus exequias serán en la tarde de este miércoles en su natal Yarumal, tras la eucaristía a la que se espera una gran asistencia de personas, tal como la que fue a su velación. Será una despedida muy simbólica y los habitantes esperan celeridad en las investigaciones para determinar quiénes están detrás del homicidio.