Arias volvió a escribir en la prisión federal de La Florida, Estados Unidos, donde está recluido hace 382 días por el escándalo de Agro Ingreso Seguro; mientras la justicia decide si es extraditado a Colombia para pagar una condena de 17 años por los cargos de peculado a favor de terceros y celebración ilegal de contratos.

Es habitual que el exministro escriba cartas abiertas a los colombianos, y en esta ocasión empieza pidiendo a la persona que la lea “que deponga sus prejuicios” y escuche lo que tiene que decir.

Nuevamente niega los delitos de los que es acusado, asegura que jamás robó y que fue condenado por firmar contratos “jurídicamente idénticos a más de 130 que fueron suscritos durante los últimos 25 años entre el Ministerio y la OEA”. Además, recuerda que otras personas vinculadas al escándalo no han pagado ni un solo día de cárcel.

El artículo continúa abajo

Arias también criticó que haya sido condenado por los magistrados de la Sala Penal que se han visto involucrados en el ‘cartel de la Toga’ y que adelantan una “‘vendetta’ contra el presidente Uribe” manteniéndolo “secuestrado”.

Por último, criticó a los exintegrantes de las Farc que hoy están en el Congreso y comparó esa situación con su caso:

“¿Cómo entender que personas que hasta hace poco asesinaban, secuestraban y narcotraficaban en los montes de Colombia, hoy ostenten curules en el Congreso de la República; mientras yo, sin haber cometido delito alguno, sigo encarcelado y despojado de mis derechos políticos de por vida?”.

Arias fue condenado en Colombia en 2014, pero antes de ser encarcelado alcanzó a salir del país hacia Estados Unidos y allí solicitó asilo político.

Sin embargo, en 2016 fue detenido por la justicia de ese país y está en curso un juicio de extradición en su contra. Los jueces estadounidenses ya dieron el aval, pero la defensa del exministro continúa recurriendo a diferentes instancias e interponiendo recursos para apelar la decisión.

Agro Ingreso Seguro (AIS) fue un programa que otorgaba créditos blandos a pequeños agricultores del país, y del que se aprovecharon grandes terratenientes.