Según la entidad, se hizo una revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la URI a la que fue trasladada la adolescente, aprehendida durante una de las protestas la noche del 12 de mayo en Popayán.

El grupo de Medicina Legal y de la Fiscalía señaló que en los videos no se encontró nada que comprobara que existió un abuso.

Sin embargo, se continuará investigando si con sus conductas, los oficiales que la detuvieron incurrieron en otros delitos como exceso de la fuerza pública y acto sexual abusivo, dijo Blu Radio.

Este último consiste en determinar si la mejor sufrió tocamientos o actos similares, sin que eso implicara el acceso carnal violento, teniendo en cuenta que el video en el que la menor fue trasladada denuncia que los uniformados del Esmad y de la Policía le están bajando el pantalón, como se le escucha en este video:

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La Fiscalía también señaló, añadió El Tiempo, que la adolescente “estuvo acompañada por un defensor de derechos humanos” dentro de la URI y que por eso no se configuró ningún abuso sexual en ese lugar.

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La menor de edad denunció los hechos también en sus redes sociales y se quitó la vida, aparentemente, como consecuencia de lo que vivió esa noche.

Por eso, añadió la emisora, otra de las líneas de investigación de la Fiscalía será una “autopsia psicológica con la que se busca establecer cuál era el contexto de la joven y lo que pensaba acerca del suicidio”.

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Aparte de la Fiscalía, la Procuraduría también abrió una investigación contra los uniformados involucrados en el hecho, y la Policía apartó a los 4 agentes de sus cargos en la institución.

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