El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, vivió una delicada situación el 10 de octubre de 2025 tras la difusión de un mensaje anónimo en redes sociales que advertía sobre un artefacto explosivo en el campus principal. Con la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo como prioridad, las autoridades universitarias, encabezadas por el rector Leopoldo Múnera Ruiz y la vicerrectora Nancy Molina Achury, activaron los procedimientos del Comité Permanente de Riesgos y Emergencias (CPRAE). De manera coordinada con la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad de Bogotá, además de la Defensoría del Pueblo y la administración distrital, se ordenó el desalojo inmediato. La medida, según un comunicado conjunto, buscaba salvaguardar la integridad de la comunidad académica y tenía un carácter estrictamente preventivo.
Sin embargo, la sospecha de la presencia de un explosivo no es un hecho aislado en la historia reciente de la Universidad Nacional. De acuerdo con información de Semana y datos oficiales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), así como con reportes de la Policía Metropolitana, entre 2020 y 2025 se registraron al menos cuatro amenazas similares, aunque ninguna se confirmó en ataques reales. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza y acumulado tensión emocional entre los miembros de la comunidad universitaria, quienes han comenzado a cuestionar la eficacia de los protocolos de seguridad y la posible manipulación de estas alertas en medio de controversias sobre la protesta estudiantil.
El contexto político multiplicó la complejidad del episodio. Apenas nueve días antes, la Rectoría había permitido distintos procesos estudiantiles para un acto en defensa de la educación pública. El comunicado N. 018 de la universidad indica que, pese a la orden de evacuación, tanto algunos estudiantes como el Ministro de Educación permanecieron en el campus. Según Blu Radio, la Rectoría consideró que la permanencia del Ministro suponía una vulneración de la autonomía universitaria, uno de los principios históricos del centro educativo, reconocido en la Constitución Política de Colombia.
Por su parte, la Administración Distrital, desde un comunicado citado por El Tiempo, hizo un llamado a la tranquilidad, confirmando la colaboración con la Policía Metropolitana y la intervención de unidades especializadas en manejo de artefactos explosivos. Si bien no se halló ningún objeto sospechoso, también se reiteró la importancia de no propagar rumores infundados, subrayando los riesgos que implica la desinformación, especialmente en escenarios ya propensos a la tensión colectiva.




La tensión entre la autonomía universitaria y la obligación de garantizar la seguridad pública volvió a ponerse en el centro del debate, según un análisis de La Silla Vacía. La universidad, escenario tradicional de debate y movilización, enfrenta ahora la dificultad de dilucidar entre verdaderas amenazas y tentativas de intimidación o descrédito, agravadas por la polarización política que permea la vida académica.
La masiva presencia policial en el campus, reportada por Noticias Caracol, fue fuente de incomodidad para algunos integrantes de la universidad, quienes asociaron esta intervención con una posible afectación de los derechos a la libre expresión. El comandante de la Policía Metropolitana señaló en W Radio que la misión principal es resguardar la vida y seguridad de todos, sin importar el contexto o la coyuntura política.
Mientras tanto, las clases presenciales fueron suspendidas a la espera de un informe de las autoridades competentes, y la comunidad universitaria se enfrenta nuevamente a preguntas de fondo: los límites de la autonomía en circunstancias de peligro, el complicado balance entre protección y libertad, y la persistente amenaza de que la universidad sea instrumentalizada por actores externos a la vida académica. Por ahora, la Universidad Nacional se mantiene como un espacio de debate plural, enfrentando desafíos que trascienden este episodio puntual.
¿Qué es la autonomía universitaria y por qué es importante en Colombia? La autonomía universitaria es un principio constitucional que reconoce a las instituciones de educación superior la capacidad de autogobernarse y tomar decisiones académicas, administrativas y financieras sin injerencia externa. En Colombia, este derecho busca proteger el entorno de pensamiento crítico y libre expresión imprescindible para el desarrollo académico. Su importancia radica en mantener a salvo estos espacios de posibles presiones políticas, sociales o policiales, permitiendo que la universidad cumpla su rol como motor del debate democrático y científico.
¿Por qué las amenazas anónimas generan tanto impacto en la vida universitaria? Las amenazas anónimas suelen trasladar no solo incertidumbre, sino también un desgaste emocional profundo a quienes viven el día a día en los campus universitarios. Aunque, según datos de la Policía Metropolitana y del DANE, la mayoría no se ha concretado en ataques reales, cada alerta obliga a activar rígidos protocolos de evacuación y revisión, afectando la dinámica académica y la confianza en la seguridad institucional. Además, el uso recurrente de este tipo de amenazas plantea preguntas sobre su intención, ya sea como medida de intimidación o como recurso para tensionar el ambiente en coyunturas críticas.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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