“Yo era alcalde de Barranquilla en el año 2018. Fui alcalde del 2016 al 2019 (…) ¿Cómo yo voy a financiar campañas de otro partido, el Partido Conservador? Eso sería una locura de parte nuestra. Y yo te aclaro ese tema de lo sentimental. Por supuesto, yo cometí un error, tuve alguna relación con ella mucho antes de ese periodo electoral del 2018. Claro que fue un error, y yo lo admito y lo conversé con mi familia en su momento”.

Así respondió Alejandro Char después de que la revista Semana reveló este viernes una serie de fotos y chats que la excongresista Aída Merlano, condenada por compra de votos, le entregó a la Corte Suprema de Justicia para mostrar su cercanía con el clan Char.

La noticia del romance se volvió viral de inmediato y lo que dijo Merlano ante al alto tribunal sobre sus presuntos cómplices en el entramado de corrupción electoral pasó a segundo plano, al menos en las redes sociales.

Ver también: (Aída Merlano, conmovida con actos de su hija: “No fue en vano mis buenos ejemplos”)

El propio Char se encargó de guiar la discusión en ese sentido. Después de decir que todo había sido un error y de soltar una perorata con tono aleccionador, se dedicó a defender su gestión como alcalde de Barranquilla y promocionarse.

Varios opinadores y periodistas llamaron la atención de que lo importante es el tema de la compra de votos y no el romance de Aída Merlano con Alejandro Char. Miguel Ángel del Río, abogado de la excongresista, aseguró: “La banalidad no puede ser la noticia. Un candidato a la Presidencia está siendo señalado”.

Lea más en Diario Criterio: El Char-Tank de Barranquilla y los fantasmas de presunta corrupción

Y es que la declaración que Merlano dio esta semana en la Corte Suprema de Justicia hace parte del proceso que se adelanta contra Arturo Char, expresidente del Senado y hermano de Alejandro, por delitos electorales. Es decir, lo que ella diga dará luces sobre qué tanto está implicado el clan Char.

La llegada de Aída Merlano a la política

Aída Merlano, en su natal Barranquilla, incursionó en la política como mochilera. Los mochileros empezaron aparecer a finales de los 90 y son líderes de barrio que consiguen “electores”, a quienes les pagan por anticipado el voto, antes del día de las elecciones, y les retienen las cédulas para evitar que se comprometan con otros candidatos.

Lee También

Además de Merlano, Laureano Acuña, actual senador del Partido Conservador, también era un conocido mochilero en Barranquilla. Tanto Acuña como Merlano se caracterizaron por su efectividad a la hora de conseguir votos al mejor postor, sin exponerse demasiado.

Aída Merlano ya tenía cierta cercanía con el clan Gerlein, pues su padre, Domingo Merlano, trabajó en la empresa constructora de Julio Gerlein, hermano del fallecido exsenador Roberto Gerlein.

Julio Gerlein
Julio Gerlein

En 2014, con la bendición de los Gerlein y el aval del Partido Conservador, Merlano se lanzó a la Cámara por el Atlántico y obtuvo 67.414 votos, una cifra impresionante si se tiene en cuenta que no es una votación nacional y que era su primera vez como candidata al Congreso. De hecho, fue la más alta en su departamento.

Ya como representante, ella se ufanaba de ese trabajo barrial, aunque no mencionaba su trabajo como mochilera. “La gente creía en mí, pues se trata de un trabajo que hago permanentemente con las bases, no de manera coyuntural, ni por coaliciones (…) Los candidatos que yo apoyo obtienen votaciones arrolladoras, pero es por el cariño y la aceptación de la gente hacia mí”, dijo, en octubre de 2015, a El Heraldo.

En 2017, como bien lo explica La Silla Vacía, Merlano empezó a negociar una alianza con el clan Char, alianza que se concretó después de la pelea entre los Gerlein: Roberto no quería volver al Senado, pero tampoco entregarle su curul a Aída Merlano, y Julio se mantuvo firme con ella.

Así las cosas, el acuerdo al que llegaron Aída y los Char consistía en que ella se lanzaría al Senado en 2018, con el aval conservador, sin fórmula a la Cámara, pero que por debajo de cuerda respaldaría con votos la candidatura de Lilibeth Llinás (Cambio Radical) como representante a la Cámara, precisa La Silla Vacía.

Arturo Char
Arturo Char

 

También acordaron que los Char le darían a Merlano “ayuda logística para el día de las elecciones, financiación y votos de aliados charistas”, dice La Silla, a cambio de que Llinás votara por Arturo Char.

El 11 de marzo de 2018 se celebraron las elecciones legislativas en Colombia, en las que Aída Merlano obtuvo 73.250 votos, suficientes para asegurar una curul en el Senado. Ese día, sin embargo, se detectó “una sofisticada red de compra de votantes, que incluso utilizaba calcomanías con código de barras” y que operaba a favor de Merlano en sitio llamado la Casa Blanca, en Barranquilla, de acuerdo con la Fiscalía General.

Por esa razón, dos días después, el 13 de marzo, el ente acusador compulsó copias a la Corte Suprema de Justicia para que la investigaran por delitos electorales.

Merlano fue capturada en abril de 2018. En septiembre de 2019, la Corte Suprema la condenó a 15 años de prisión y ordenó investigar a Arturo Char, Julio Gerlein y Laureano Acuña para determinar si tuvieron alguna participación en la compra de votos.

El 1 de octubre de 2019 ocurrió la ya famosa fuga de Aída Merlano.

A finales de enero de 2020, Merlano fue capturada en Venezuela. Luego, reapareció en el Palacio de Miraflores y compareció ante un tribunal en Caracas, desde donde aseguró que había un plan para matarla.

Aída Merlano salpica a los Char

El 17 de febrero de 2020, después de comparecer ante el tribunal en Caracas, Merlano le dio una entrevista a Semana en la que salpicó a Julio Gerlein y la familia Char con el entramado de compra de votos. También aseguró que Arturo Char participó en el plan de su fuga.

Así que, además de la investigación por delitos electorales, la Corte Suprema de Justicia le abrió Arturo Char una indagación preliminar por su supuesta intervención en el delito de fuga de presos.

Merlano se había mantenido al margen del proceso hasta el pasado 19 de enero de 2022, cuando le ofreció a la Corte Suprema ampliar su testimonio contra Arturo.

El alto tribunal, finalmente, escuchó a la excongresista esta semana, y son esas declaraciones las que golpean fuertemente a la cara más visible del clan Char: Alejandro Char. Un golpe que, sin duda, deja tambaleando su candidatura presidencial.

Alejandro Char recogió 2,5 millones de firmas
Alejandro Char recogió 2,5 millones de firmas

 

Merlano no solo entregó los chats y las fotos que demuestran su romance con Alejandro Char. También reiteró, ante la Corte, que los Char organizaron y financiaron su fuga. Asimismo, presentó un video con el que pretende evidenciar que el exalcalde de Barranquilla, a través de una asistente, le entregó 500 millones de pesos, un día antes de las elecciones de 2018, para comprar los votos de su candidatura al Senado, como bien lo revela Semana.

La Corte Suprema de Justicia, por su parte, rechazó que esta y otras pruebas se hicieran públicas y anunció que investigará el origen de la filtración.

Aída Merlano seguirá entregando información sobre este caso, así que este capítulo aún no se cierra. ¿Salpicará a otros renombrados miembros de la clase política costeña?