Lo hizo a través de un comunicado, en el que además reitera que Álvaro Uribe Vélez no tuvo nada que ver con supuestos sobornos a exparamilitares, ni autorizó o dio instrucción para que se hicieran giros de dinero, ya sea por concepto de viáticos o por ayudas humanitarias.
“El país debe saber que el presidente Uribe no le pidió a nadie que sobornara a ningún testigo, ni dio instrucción alguna para que se consiguieran testigos, limitándose, como es su derecho legítimo, a pedir que se verificara la información que, por conducto de la ciudadanía, le llegaba y que ésta se trasladara siempre a la Corte”, se lee en el documento.
Granados se refirió específicamente a los exparamilitares Juan Guillermo Monsalve y Carlos Enrique Vélez, dos de los principales testigos que involucran al expresidente.
Sobre Monsalve, el abogado dice que Diego Cadena, jurista investigado por el mismo caso, se acercó al exparamilitar porque este manifestó su intención de retractarse sobre las acusaciones contra Uribe, mientras que, en el caso de Vélez, Granados dice que Cadena se acercó por decisión propia y no por instrucción del senador.
El defensor de Uribe agrega que el representante Álvaro Hernán Prada, acusado del delito de soborno en calidad de cómplice por el mismo caso, jamás fue “instrumentalizado” por el expresidente para sobornar a Monsalve.
Finalmente, Granados dice que está “absolutamente convencido de la inocencia del [ex]presidente Álvaro Uribe Vélez“, y que seguirá trabajando para que “cese esta terrible injusticia”.
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