Para Claudia López, si bien “Bogotá es la capital de todos los colombianos”, también hay que considerar que en este momento la ciudad está en una reactivación social, económica y política que deben tener en cuenta todos.

La declaración de la mandataria se dio este martes, el mismo día en que se supo que la minga indígena del Cauca decidió dirigirse a la capital después de que el presidente Iván Duque no asistiera a la invitación que le hicieron los aborígenes para hablar con ellos en Cali. La organización protesta, entre otras cosas, por el asesinato de líderes indígenas en sus territorios.

“Nosotros respetamos el derecho a la movilización social y a la protesta de cualquier colombiano a lo largo y ancho del país, y, por supuesto, en nuestra ciudad. Si la minga llega a Bogotá, aquí la recibiremos con las mejores condiciones de logística, seguridad y convivencia que garanticen su legítimo derecho”, anticipó la alcaldesa López.

Lee También

Pero también le hizo un llamado al Gobierno Nacional, a la minga y a todos los que quieran organizar una protesta: “Estamos en medio de una pandemia; es muy importante que mantengamos los protocolos de bioseguridad. Así como podemos trabajar con bioseguridad, como podemos convivir con bioseguridad, también tenemos que poder ejercer derechos políticos como la manifestación, la protesta, con bioseguridad”.

Después, López puso sobre la mesa el dato que parece envuelto en una factura de cobro al Gobierno de Duque, en línea con la postura que ha mantenido de discrepancia con el manejo que le ha dado el Ejecutivo a la crisis por la pandemia del coronavirus.

“Por supuesto esta es la capital de todos los colombianos, pero aquí nueve de cada 10 marchas son contra el Gobierno Nacional”, dijo la alcaldesa. “Yo le rogaría al señor presidente que traten de dirimir los conflictos que tienen con la ciudadanía por el diálogo de manera anticipada”.

“Esta minga podría quedarse en Cali, si el señor presidente y el Gobierno Nacional atendieran la invitación”, agregó, señalando una conducta diferente a la que ha asumido el mismo Ejecutivo: por un lado, con los indígenas se reunió en Cali el Gobierno por segunda vez, representado por la ministra del Interior, Alicia Arango; el comisionado de Paz, Miguel Ceballos; la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Mabel Torres; el ministro de Salud, Fernando Ruiz; y el alto consejero para el Posconflicto, Emilio Archila, entre otros funcionarios.

Por otro lado, el mismo comisionado Ceballos ha recordado que ni siquiera el Congreso tiene facultad para citar al presidente de la República, lo cual anticipa que el mandatario no asistirá a ninguna citación que le hagan los indígenas.

“Yo, por supuesto, respeto las decisiones que tomen, pero los invito: Bogotá está haciendo un esfuerzo extraordinario de reactivación de su vida, social, política y económica de manera biosegura”, añadió López, y después apeló a un argumento económico de mucho peso para dar la dimensión del riesgo de exponer a Bogotá.

“Les ruego extremo cuidado. No perdamos lo que hemos ganado. A Bogotá le han costado muchísimo los esfuerzos y sacrificios que ha hecho la ciudadanía bogotana, que es el motor de la economía colombiana (un tercio de la riqueza colombiana se produce en nuestra ciudad con el trabajo de nuestros ciudadanos y empresarios)”, advirtió López. “No poner en riesgo lo que hemos logrado en términos de controlar la pandemia es fundamental”.

Y terminó con la idea de que prácticamente todas las marchas que se llevan a cabo en Bogotá son contra la administración Duque: “Yo le rogaría al Gobierno Nacional, a la minga y a todos los que quieran organizar movilizaciones, que son contra el Gobierno Nacional, que por favor las traten de solucionar por la vía del diálogo para que minimicemos los riesgos tanto de bioseguridad como de seguridad”.

A continuación, la intervención de la alcaldesa Claudia López: