Para darle cumplimiento al fallo de una acción popular del año 2013, 13 familias del barrio Buenos Aires Bajo, Armenia, deben ser reubicadas, ya que se encuentran en zonas consideradas de alto riesgo. Estas viviendas están en el sector de La María, a un costado de la carretera que de Armenia comunica con Calarcá.
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La alcaldesa encargada de la capital quindiana, Lina María Gil Tovar, explicó que ya han sostenido varias reuniones con la comunidad del sector con el fin de llegar a un acuerdo para la reubicación y para socializar el trabajo del Instituto Nacional de Vías, Invías, relacionado con la construcción de la doble calzada.
“Nos reunimos con la comunidad de este sector para socializarles un informe presentado por Invías en el que se advierte de la situación de alto riesgo que hay en la zona por filtraciones y acumulaciones de agua, lo que podría originar un posible deslizamiento”.
Sin embargo, los residentes del lugar reconocen que en la zona hay riesgo de deslizamiento, pero no están de acuerdo con una reubicación temporal, ya que la ayuda ofrecida por la alcaldía es solo por 3 meses de arrendamiento, y la mayoría dice que no dispone de los recursos necesarios para sostenerse cuando el auxilio se acabe.
Además, según la vicepresidente de la junta de acción comunal del sector, Gladys Coronado, el proceso de reubicación solo tomó fuerza cuando se anunció la ampliación de la vía Armenia-Calarcá, lo que incluye el sector de La María.
“Solo quieren retirar las edificaciones que están a la orilla, hay algunas viviendas que no están en óptimas condiciones, debido a que las lluvias han debilitando el terreno. Aunque se han efectuado reuniones y se habló de reubicación temporal, la verdad es que un arrendamiento de 2 o 3 meses no sirve porque de ahí en adelante quedan a la deriva. Si estamos en una zona en amenaza es porque no tenemos a dónde ir”, sostuvo Coronado.
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El problema, de acuerdo con la líder, es que en la zona viven personas humildes que no cuentan con un trabajo fijo: “Aquí encontramos vendedores de tinto, coteros y otras personas que tienen años viviendo acá”.
María Mateus vive cerca de las edificaciones que deben ser desalojadas, a ella no le han notificado que debe irse, pero cree que deben darles garantías y tranquilidad.
“En mi caso han venido en varias oportunidades ingenieros y han dicho que todo está bien, las habitaciones de la casa no están para el lado hacia La María, además la casa está en zona firme, ni se localiza en una parte alta. Pero entendemos la situación de los demás vecinos, es fácil decir que se deben ir, pero a dónde si no tienen recursos, no es fácil”.
Recientemente, un vecino suyo se vio afectado por un derrumbe, se fue, pero debió volver a los 5 meses porque no tenía cómo sostenerse en otro lugar: “Somos personas tranquilas, pero necesitadas, acá en el barrio ha mejorado la calidad de vida, contamos con servicios de acueducto, energía e incluso de cable, pero muchos también están necesitados”.
El barrio Buenos Aires Bajo fue fundado en 1958 y, según el censo más reciente, está habitado por 550 familias.
Otras acciones
Mientras se llega a un acuerdo final entre alcaldía y comunidad de Buenos Aires Bajo se han confirmado algunas actividades en favor de la población de la zona.
En ese sentido, desde la Oficina Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, Omgerd, dieron a conocer que se realizarán monitoreos constantes.
“Uno de nuestros compromisos es, a partir de ahora, realizar una visita diaria al sitio para realizar monitoreo permanente con el geólogo y el ingeniero de la entidad para prever cualquier cambio”, dijo Javier Vélez Gómez, coordinador de la Omgerd.
Asimismo, desde el Departamento Administrativo de Planeación informaron que se adelantarán acciones temporales como jornadas de limpieza de las laderas y de siembra que permitan mitigar el riesgo.
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