De acuerdo con el diario La Vanguardia, además del dolor de ver a sus familiares fallecidos por COVID-19 ser cremados en plena calle, porque los hornos crematorios están colapsados, tienen que pagar hasta 20 veces el precio por este servicio.

Piden hasta 100 dólares, denuncia Madam Kumar, un hombre al que una funeraria, además del dinero, le pidió que él mismo llevara la madera y el combustible para cremar a su papá, detalla el mismo medio.

En contexto: Crematorios en medio de la calle: desgarradoras imágenes del coronavirus en India

En videos que se comparten profusamente en redes sociales, se pueden ver los cuerpos envueltos en sábado blancas y tirados en plena calle, mientras que sus familiares lloran a unos metros de distancia.

India, segundo país más afectado por la COVID-19 después de Estados Unidos, afronta una grave crisis sanitaria con más de 2.000 muertos y cerca de 300.000 nuevos casos en las últimas 24 horas, y una penuria  por falta de tratamientos y suministro de oxígeno.

El segundo país más poblado del planeta, con 1.300 millones de habitantes, acumula  15,6 millones de contagios y 182.000 muertos desde el inicio de la pandemia.

Y en las últimas 24 horas se registraron 295.000 casos, unos números comparables con los registrados en Estados Unidos en enero, y 2.023 fallecidos, según indicó el ministerio de Salud.

El primer ministro Narendra Modi, en un mensaje televisado, reconoció que India libraba “una vez más una gran batalla”. La situación estaba bajo control hace unas semanas y la segunda ola llegó como un huracán”, agregó Modi.

Este recrudecimiento con cerca de 3,5 millones de nuevos contagios desde principios de abril es imputada en especial a una “doble mutación” del virus.

A pesar de sus ciudades superpobladas y un sistema de salud en ruinas, India había sufrido relativamente poco de una pandemia que ya mató a más de tres millones de personas en el mundo. Pero  varias manifestaciones multitudinarias favorecieron en las últimas semanas la circulación del coronavirus.

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Millones de personas asistieron al festival religioso hindú Kumbh Mela, actos políticos, lujosas bodas y competiciones deportivos. Según la prensa, la producción de medicamentos esenciales contra el coronavirus se ha desacelerado e incluso suspendido en algunas fábricas y se han retrasado las licitaciones para las fábricas de producción de oxígeno.

Los angustiados familiares de los enfermos también se ven obligados a pagar precios exorbitantes en el mercado negro por medicamentos y oxígeno, y los grupos de WhatsApp están inundados de llamados desesperados pidiendo ayuda.

El primer ministro regional de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, que el martes se confinó debido a que su esposa dio positivo, tuiteó que algunos hospitales de la megalópolis tenían “sólo unas pocas horas de reserva de oxígeno”.

El ministro de Salud de esta capital de 25 millones de habitantes, Satyendar Jain, exhortó al gobierno federal a “restablecer la cadena de suministro de oxígeno para evitar una crisis mayor”.

Los hospitales del Estado de Maharashtra y de su superpoblada capital Bombay, sufren también grandes penurias, según la prensa.

Además 22 enfermos de Covid fallecieron este miércoles en un hospital de Nashik (200 km al norte de Bombay), debido a un corte de alimentación de oxígeno de media hora en los  respiradores artificiales. Las autoridades del Estado han ordenado la apertura de una investigación

“La mayoría de los pacientes son reenviados a sus casas porque no tenemos bastante oxígeno ni Remdesivir para tratarlos” explica por su lado Harish Krishnamashar, médico en el  Ramaiah Medical Collegebi Hospital, en Bangalore (sur).

India ha administrado más de 130 millones de vacunas hasta ahora y, a partir del 1 de mayo, todos los adultos podrán ser vacunados.