Un portavoz del departamento de policía de esa ciudad, Mike Lucas, explicó a periodistas que el joven grabó con su celular la escena de caos y pánico que provocó, mientras empujaba un carro de compras.
Un empleado del Walmart activó la alarma de incendios para que los clientes abandonasen el local, algo que también hizo el joven sin haber disparado su arma ni una sola vez.
Una vez en el exterior, un exbombero lo encañonó con su propia arma hasta que minutos después llegó la policía y lo detuvo.
En el estado de Misuri es legal portar armas y Walmart también lo permite.
Aunque todavía se desconoce qué objetivo tenía el joven, Lucas dijo que “su intención obviamente era crear caos, y lo hizo”.
“Su intención no era crear paz o alivio a nadie que estuviera en el negocio. De hecho, tiene suerte de estar todavía vivo, para ser honesto”, añadió el policía.
Lucas subrayó que el joven “ciertamente tenía la capacidad de hacer daño a la gente”.
“Y luego, obviamente, lo que sucedió en Texas y en Dayton, y todo ese tipo de cosas en los últimos siete días, eso está en la mente de todos“, aseguró el agente.
El sábado por la mañana un hombre abrió fuego en un almacén Walmart de la ciudad fronteriza con México de El Paso (Texas) asesinando a 22 personas e hiriendo a una veintena más.
El tirador, identificado como Patrick Crusius, de 21 años, había publicado un manifiesto en internet en el que se hacía eco del discurso contra la inmigración del presidente Donald Trump y alertaba de una “invasión hispana en Texas”.
Crusius está detenido y los fiscales ya han anunciado que buscarán condenarlo a muerte.
Horas después, en la madrugada del domingo, otro joven abrió fuego en una zona de ocio de Dayton (Ohio) asesinando a nueve personas, entre ellas su hermana, antes de ser abatido.
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