Las reacciones de indignación, al usar la ropa interior como prueba de su consentimiento, se multiplicaron, especialmente en las redes sociales donde numerosas mujeres publicaron fotos de sus tangas y strings acompañadas de la etiqueta #ThisIsNotConsent (#EstoNoEsConsentimiento).

El martes, una diputada también enarboló su ropa interior en el parlamento.

“Puede parecer vergonzoso mostrar una tanga de esta forma incoherente”, dijo la diputada Ruth Coppinger, sacando la prenda de su manga pese a las objeciones del presidente de la cámara.

“Pero, ¿cómo creen ustedes que se siente una víctima de violación o una mujer cuando se enseña su ropa interior en un tribunal?”, agregó.

Hacía referencia al juicio por violación en Cork, en el sur del país, donde el acusado, de 27 años, fue absuelto según los medios irlandeses.

El artículo continúa abajo

“Una abogada le pidió al jurado que considerase ‘cómo iba vestida’ la adolescente, que estaba ‘abierta a conocer a alguien’ porque ‘llevaba una tanga con encajes'”, agregó Coppinger.

“Las mujeres de este país empiezan a estar hartas de que los tribunales irlandeses atribuyan la culpa siempre a las víctimas”, afirmó.

A raíz de este caso, hubo manifestantes en las calles de Dublín y Cork, y también en Belfast -en la provincia británica de Irlanda del Norte- reclamando una reforma de las leyes irlandesas relativas a los juicios por violación para impedir este tipo de prácticas por parte de los abogados.

“Utilizar mitos sobre la violación en un caso de violencia sexual es introducir la misoginia en el caso”, dijo el viernes a la AFP Clíona Saidléar, del grupo activista Rape Crisis Network Ireland.

La cultura ejerce una “enorme presión” sobre las mujeres y las muchachas “para que tengan una apariencia sexy” pero en los juicios por violación a menudo se castigan estos comportamientos, denunció.

Según Coppinger, en juicios recientes por violación se usaron como “pruebas” elementos como la ropa, el bronceado artificial y los medios anticonceptivos.