Según The New York Times, una hora antes de que el fiscal Jeff Sessions anunciara el fin del Daca, los mencionados miembros de la administración dijeron que el presidente Trump no sabía completamente las consecuencias de la decisión que estaba por tomar y, cuando se dio cuenta del impacto de ella, empezó a cambiar de parecer, dijo una persona con conocimiento citada sin nombre.

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Independent agrega que luego de dar a conocer la decisión el martes, Trump le dejó el problema al Congreso de Estados Unidos, que tendrá que decidir cuál será el destino de los más de 800 mil jóvenes que se vieron cobijados con la medida, creada en 2012 por el gobierno de Barack Obama.

El citado medio neoyorquino recuerda que en una ocasión, Trump se refirió a los favorecidos por el Daca como “chicos increíbles”, y horas después de dar a conocer el fin del programa, aseguró tener un “gran amor” por todos ellos. Además, el presidente comentó:

“Tengo cariño por toda esta gente, y con suerte el Congreso podrá ayudarlos de la forma más apropiada”.

Las personas que estaban cobijadas por ese programa ahora tienen encima el ‘fantasma’ de la deportación. Los favorecidos son jóvenes que llegaron a Estados Unidos muy niños y sus padres son inmigrantes ilegales. A ellos les proveen una visa de trabajo, con lo que les permiten quedarse en el país sin tener problemas con las autoridades migratorias. El Daca, el programa que les daba ese beneficio, fue el que Trump decidió dar por terminado este martes.