En primer lugar, Donald Trump reconoció este jueves por primera vez, explícitamente, su derrota en las elecciones de noviembre, al afirmar en un video que “una nueva Administración será investida el 20 de enero”, la del mandatario electo Joe Biden.

Esto, horas después de que incluso se incrementaran los pedidos de destitución ante la irrupción violenta en el Congreso en Washington, en un violento intento -infructuoso- de evitar la certificación de la victoria electoral del demócrata, cuya investidura está programada para el 20 de enero.

“Insto al vicepresidente (Pence) a que destituya de inmediato al presidente invocando la Enmienda 25. Si el vicepresidente y el Gabinete no lo hacen, el Congreso puede estar preparado para salir adelante con un juicio político”, apuntó la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, en una rueda de prensa.

Pelosi indicó que Trump “incitó una insurrección armada contra Estados Unidos“: “Una profanación del Capitolio, que es el templo del país, de nuestra democracia estadounidense y de la violencia que tuvo como blanco el Congreso”.

AFP / Donald Trump y Mike Pence
AFP / Donald Trump y Mike Pence

Mientras tanto, Trump, lejos de reconocer cualquier tipo de incitación a la violencia que le atribuyeron desde varios sectores políticos, emitió este jueves lo más parecido a una condena del asalto al Capitolio, al asegurar que aquellos seguidores suyos que irrumpieron en el Legislativo “no representan” al país y “pagarán por ello” si cometieron crímenes.

Además llamó a la “reconciliación” y dijo estar “escandalizado por la violencia” y los impresionantes ataques de sus simpatizantes en el Congreso, que dejaron una mujer fallecida, prometiendo una transición “tranquila” de poder con el mandatario electo Joe Biden.

Lee También

Más temprano, la portavoz de la Casa Blanca había dicho que su gobierno condenaba la violencia desatada en el Capitolio “con la mayor firmeza posible”.

“Quiero ser clara: la violencia que vimos ayer en el Capitolio de nuestra nación fue espantosa, censurable y contraria a los valores estadounidenses”, dijo Kayleigh McEnany en un discurso extremadamente breve.

También se refirió al cambio de Gobierno: “Los que trabajamos en este edificio estamos trabajando para garantizar una transición ordenada del poder”.

Los hechos incluso motivaron la renuncia del jefe de la policía del Capitolio en Washington. Steven Sund saldrá a partir del 16 de enero de 2021 y su decisión se conoció horas después de que la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió su dimisión, en medio de una ola de críticas por las fallas de seguridad alrededor de la sede legislativa estadounidense.