Poco después de recibir en la residencia presidencial a Gianni Infantino, cabeza del máximo ente rector del fútbol en el mundo, el presidente Trump le atribuyó a su gobierno la elección de Estados Unidos como sede, junto con México y Canadá, del campeonato. En su cuenta de Twitter, el mandatario escribió:

“¡Agreguen el Mundial de 2026 a nuestra larga lista de logros!”.

El trino no fue bien recibido en la red social. Un usuario le replicó diciéndole que, en cambio, enjaular a niños hijos de migrantes era una de las fallas de su gobierno, y otros le echaron en cara los problemas legales de varios de sus asesores más cercanos. Hasta el comediante Travor Free le respondió para decirle que, en realidad, él no había hecho nada para que el país se quedara con la localía del Mundial. Trump, naturalmente, lo ignoró todo.

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Pero eso no fue lo único que pasó el martes con respecto al Mundial de 2026. Durante su visita, Infantino le llevó a Trump unos detalles entre los que había una tarjeta roja, como las que usan los árbitros de fútbol para expulsar a los jugadores en los partidos por faltas graves. El presidente estadounidense, sin pensarlo, hizo un gesto que bien puede resumir su antagónica relación con la prensa: les mostró, literalmente, la tarjeta a los medios, dice Washington Examiner.

Donald Trump
Donald Trump muestra una tarjeta roja a periodistas / Getty Images

En abril de 2017, poco más de 2 meses después de que Trump se posesionara como presidente, The New York Times informó sobre la intención de Canadá, Estados Unidos y México de hacer un Mundial tripartito, el primero de ese tipo en la historia. Sin embargo, aún se trataba de un proyecto en el que seguramente Trump, pese a que dio luz verde, influyó muy poco dada su reciente llegada a la residencia presidencial de Washington.

La visita de Infantino a la Casa Blanca puede verse como un bálsamo para Trump que, aunque parece mantener su invariable sonrisa con aire soberbio, está en el centro de la controversia una semana después de que su exabogado lo implicara en el pago ilegal a 2 mujeres a cambio de su silencio sobre las relaciones extramaritales que el mandatario mantuvo con ellas. Ese pago podría poner en jaque la presidencia.