Escrito por:  Redacción Mundo
Jul 26, 2023 - 1:48 am

Desde su regreso al poder en agosto de 2021, los talibanes, integristas musulmanes, excluyeron a las mujeres de la mayoría de los centros de educación secundaria, de las universidades y de la administración pública.

Las mujeres tampoco pueden trabajar para organizaciones internacionales, acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos o viajar sin ir acompañadas de un familiar varón. También deben cubrirse integralmente al salir de casa.

La decisión de cerrar los salones de belleza, anunciada por decreto a finales de junio, significa la desaparición de miles de comercios regentados por mujeres. Estos establecimientos eran a menudo el único recurso para sus familias y constituían uno de los últimos espacios de libertad y sociabilización para las afganas.

“Solíamos venir aquí y pasar tiempo para hablar de nuestro futuro. Ahora, incluso nos han sacado ese derecho”, afirmó Bahara, una clienta de un salón de belleza de Kabul. “Las mujeres no tienen derecho de entrar en los lugares de diversión. ¿Qué podemos hacer? ¿Dónde podemos divertirnos? ¿Dónde podemos reunirnos?”, agregó.

La prohibición de salones de belleza hará perder su ingreso a unas 60.000 mujeres que trabajan en 12.000 establecimientos, según la Cámara de Comercio e Industria para las mujeres de Afganistán.

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Este martes, muchos salones en Kabul ya habían cerrado sus puertas, mientras que otros esperaban hasta último minuto para hacerlo. Una propietaria contó que fue forzada a firmar una carta en la cual decía que cerraba su establecimiento por propia voluntad y renunciaba a su licencia para administrarlo. “Fue una escena horrible: llegaron con vehículos militares y fusiles”, declaró, sin revelar su identidad. “¿Qué puede hacer una mujer ante tanta insistencia y presión?”.

La semana pasada, las fuerzas de seguridad dispararon al aire y utilizaron lanzadores de agua para dispersar decenas de afganas que manifestaban en Kabul contra ese decreto.

Al confirmar la medida días después de la promulgación del decreto, el Ministerio de Prevención del Vicio y Promoción de la Virtud precisó que los salones tenían un mes hasta este martes para cerrar sus puertas. El ministerio justificó el cierre de los salones alegando que la gente gasta en ellos unas sumas extravagantes para bodas, lo que consideraba una carga demasiado pesada para las familias pobres, y afirmando que algunos de los servicios que se ofrecían no cumplían la ley islámica.

Tener maquillaje impedía que las mujeres efectuasen correctamente su abluciones antes de la oración, había dicho el ministerio. Las falsas pestañas y trenzas también fueron prohibidas.

Los salones de belleza proliferaron en Kabul y las grandes ciudades afganas durante los 20 años de ocupación de las fuerzas estadounidenses y la OTAN.

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