A pesar de que las enfermeras llamaron a su esposa y sus dos hijos para que se despidieran de él, Flor se recuperó contra todo pronóstico y fue dado de alta, entre aplausos y arengas, el pasado 5 de mayo, indicó The Seattle Times.
Un mes después de haber salido del centro clínico, el estadounidense recibió una factura de 181 páginas por más de un millón de dólares por parte del hospital Swedish Issaquah, donde pasó en total 62 días y estuvo cerca de morir por culpa del coronavirus, reveló el rotativo.
“Lo abrí y dije: ‘¡Santo Dios!’. Mi corazón estuvo cerca de detenerse por segunda vez luego de ver ese recibo”, manifestó el hombre en entrevista con este mismo medio.
Según el diario, la factura explica detalladamente el costo de todos los cuidados que recibió Flor mientras estuvo hospitalizado: 9.736 dólares (día) por estar en la UCI, 409.000 dólares debido a su estancia en la sala esterilizada, 82.000 dólares por el uso del respirador artificial y 100.000 dólares por los cuidados de “última oportunidad”, cuando su pronóstico fue de vida o muerte durante dos días.
El impreso, igualmente, señaló que los más probable es que Michael Flor no tenga que pagar nada de esa excesiva cuenta, gracias a que es beneficiario del seguro de salud para personas mayores, Medicare.
El gigantesco plan de ayuda a la economía estadounidense adoptado por el congreso incluye un presupuesto de 100 millones de dólares para compensar a los hospitales y a las compañías de seguros privadas que trataron a los pacientes de Covid-19.
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