Dos decretos del presidente ruso piden al ministerio de Defensa que “las fuerzas armadas de Rusia (asuman) las funciones de mantenimiento de la paz en el territorio” de las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk, aunque ningún calendario de despliegue ni su magnitud fueron anunciados.

Rusia desplegó desde hace dos semanas decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania que, según los países occidentales, están listos para invadir al vecino.

“Considero necesario tomar esta decisión, que había madurado desde hace mucho tiempo: reconocer inmediatamente la independencia de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk”, dijo Putin en un discurso televisado.

Además, Putin exigió a Ucrania el cese inmediato de las “operaciones militares, de lo contrario, toda la responsabilidad de un mayor derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del régimen en territorio ucraniano”.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, convocó su Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y conversó con líderes occidentales en busca de apoyo. También acusó a Rusia de “violación de la soberanía e integridad territorial” de su país y exigió un “respaldo claro” de Occidente para hacerle frente.

Las autoridades de las dos “repúblicas” prorrusas ordenaron la movilización de los hombres en estado de combatir y la evacuación de civiles hacia Rusia. Moscú indicó el lunes que 61.000 personas habían sido evacuadas de la zona.

Rechazo a decisiones de Rusia sobre Ucrania en la ONU

En una sesión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos rechazó que las tropas movilizadas sean cuerpos de paz, como afirma Moscú: “Les llaman fuerzas del mantenimiento de la paz. Es un sinsentido. Sabemos lo que son realmente”, dijo la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield.

“El riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa”, alertó, de su lado, la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo.

Washington anunció que el martes dará a conocer nuevas sanciones contra Rusia, mientras China pidió “contención” a las partes involucradas en el conflicto.

El representante ucraniano Sergiy Kyslytsya, sostuvo que “las fronteras internacionalmente reconocidas” de su país se mantendrán sin cambio pese las acciones de Rusia y se mostró abierto al diàlogo.

El canciller alemán Olaf Scholz, el presidente estadounidense Joe Biden y su par francés Emmanuel Macron señalaron que la decisión rusa “no quedará sin respuesta”, según el portavoz del gobierno alemán.

En la misma línea, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, afirmó que pondrá “el paquete de sanciones sobre la mesa de los ministros europeos”. El primer ministro británico, Boris Johnson, adelantó que el martes dará a conocer “importancias sanciones” contra Moscú.

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En respuesta, el embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, aseguró en el Consejo de Seguridad que su país sigue “abierto a la diplomacia”, aunque insistió en la necesidad de defender a las regiones separatistas.

El diplomático escuchó impertérrito las declaraciones de los países miembros del Consejo, que en su mayoría condenaron el atentado contra la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, con las notables excepciones de China e India, se que limitaron a genéricos llamamientos a la diplomacia.

El representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU enfatizó en que su país “no quiere un baño de sangre en Donbás” (región del este de Ucrania) y aseguró que hay “un pánico infundado a la invasión de Ucrania” en los países occidentales.

La sesión terminó sin ningún acuerdo y sin que el bloque de los países aliados de Estados Unidos anunciara las nuevas sanciones contra Rusia que supuestamente se concretarán en las próximas horas.

¿A qué se debe la tensión internacional por Rusia y Ucrania?

Rusia asegura no tener planes de invadir Ucrania, pero reclama garantías de que esa exrepública soviética no se unirá nunca a la OTAN y el fin de la expansión de esa alianza a sus fronteras, demandas que han sido rechazadas hasta ahora por Occidente.

Por su parte, la Casa Blanca considera que la invasión de Ucrania es inminente, y acusa a Rusia de buscar “aplastar” al pueblo ucraniano.

A pesar de que el diálogo entre Moscú y Washington parece roto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov afirmó que se reunirá con su homólogo estadounidense, Antony Blinken el jueves.