El herbicida Roundup, de Monsanto, contribuyó al cáncer del septuagenario Edwin Hardeman, dijo este martes el jurado, al estimar que el demandante había demostrado que Roundup era “un factor importante” en el desarrollo de su cáncer. Así se cerró la primera fase de este juicio, que comenzó el 25 de febrero.

¿El glifosato y el Roundup son lo mismo? El glifosato es el principal ingrediente activo en herbicidas de la marca Roundup, que además contiene agua y un agente tensioactivo similar al jabón, que ayuda a que el ingrediente activo pueda entrar en las hojas de las plantas, explica Monsanto en su página web.

A petición del grupo alemán Bayer, que compró a Monsanto el año pasado, los debates en este juicio se organizaron en dos fases: una “científica”, dedicada a la responsabilidad de Roundup en la enfermedad, y otra para abordar una posible responsabilidad del grupo.

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“Estamos muy satisfechos”, dijo Jennifer Moore, abogada de Hardeman, tras el veredicto. El demandante no habló con los periodistas.

En una declaración, los abogados del demandante agregaron que los debates ahora podrían centrarse en demostrar “que Monsanto no tuvo un enfoque responsable y objetivo sobre (la peligrosidad de) Roundup”.

“A Monsanto no le importa particularmente si su producto causa cáncer o no, prefiriendo manipular a la opinión pública y desacreditar a cualquier persona que plantee inquietudes legítimas” sobre el tema, aseguraron.

“Estamos decepcionados” con este veredicto, respondió Bayer en un comunicado, que sufrió un segundo revés importante en unos pocos meses, un mal augurio para el grupo alemán que es objeto de miles de procedimientos similares solo en Estados Unidos.

En su declaración, Bayer reafirmó, como siempre ha hecho a pesar de la polémica en torno al glifosato, que “la ciencia confirma que los herbicidas con glifosato no causan cáncer”.

Los estudios toxicológicos exhaustivos a largo plazo repetidos durante los últimos 40 años demostraron una y otra vez que el glifosato es poco probable que plantee un riesgo de cáncer en seres humanos”, explica también Monsanto en su página web. “En los grupos de la EPA, el glifosato se ubica en la categoría E, la más baja, lo que indica la evidencia de no carcinogenicidad para los seres humanos”.

“Confiamos en que (la fase 2) demuestre que Monsanto se comportó de manera adecuada y que la compañía no debe ser considerada como responsable” del linfoma no Hodgkin (LNH) del señor Hardeman, que demandó al gigante agroquímico en 2016.

Segunda fase

La segunda fase del proceso, la primera a nivel federal, comenzará el miércoles y esta vez responderá las siguientes preguntas: ¿Monsanto conocía los riesgos? ¿Los escondió? Si es así, ¿cuáles son los daños que tiene que pagar?

Monsanto deberá enfrentar particularmente las afirmaciones de sus detractores, que aseguran que modificó algunos estudios para su ventaja.

El grupo ya había sido condenado a pagar 289 millones de dólares a Dewayne “Lee” Johnson, padre de dos niños pequeños y que padecía LNH en fase terminal, señalando que la causa fue Roundup pero que Monsanto había actuado maliciosamente al disimular los riesgos de sus productos con glifosato.

Esta suma fue reducida más tarde a 78,5 millones de dólares por un juez, mientras que paralelamente Bayer apeló contra los méritos del veredicto.

El juicio de Hardeman, que podría durar otras dos semanas, será visto como un “juicio de prueba” con cientos de otras demandas similares en curso en Estados Unidos.

Concretamente, permitirá a las distintas partes determinar si es mejor firmar un acuerdo extrajudicial para resolver las demandas, como se hace a menudo en Estados Unidos.

El jubilado, que vive al norte de San Francisco, explicó que había rociado Roundup durante más de 25 años en su propiedad. Y “muchas veces”, el herbicida se encontró en contacto con su piel, agregó.

Tanto la acusación como la defensa se han señalado mutuamente de presentar estudios sesgados, incompletos e insignificantes.

A diferencia de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado el glifosato desde 2015 como un probable agente cancerígeno.

Como consecuencia de este revés judicial, el precio de la acción del gigante químico Bayer caía este miércoles en la Bolsa de Fráncfort.