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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 19, 2025 - 7:15 pm
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El candidato de centro-derecha es el vencedor del primer balotaje en la historia de la democracia boliviana, un resultado que lo pone frente a varias tareas acuciantes. En medio de una inflación desbocada, una escasez de combustible sin precedentes y con una sociedad fragmentada que se refleja en la distribución de fuerzas en el parlamento, Paz tendrá que buscar alianzas dentro y fuera del país para gobernar.

Rodrigo Paz es el nombre del nuevo presidente de Bolivia. Un perfil que se coló por sorpresa en la segunda vuelta presidencial y que ha conseguido vencer de nuevo, con más del 54% de los votos según el conteo oficial preliminar al derechista Jorge ‘Tuto’ Quiroga. Su victoria es histórica porque pone fin a dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). 

Y es que Bolivia no se trata solo de un país dividido en mitades como el electorado que acudió a las urnas este 19 de octubre, sino en fragmentos mucho más pequeños que incluyen a los seguidores del Movimiento al Socialismo, a los progresistas descontentos con la deriva de este partido, a los factores indígenas y a las orgullosas autonomías departamentales.

“Nosotros como aimaras no tenemos representativo, pero estamos para dar nuestro voto y elegir soberanamente”, dejó claro en declaraciones para la agencia EFE Víctor Yanarico, un votante de la etnia que aporta 1,5 millones a la población boliviana.

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Yanarico no se siente representado por ninguno de los dos candidatos de este 19 de octubre, pero tampoco por la izquierda en el poder: “Estamos sufriendo por un gobierno que hemos elegido mal”.

Para Rodrigo Paz, cumplir la promesa de campaña de romper con el populismo pasa por honrar los compromisos con los sectores más desfavorecidos.  

Muchos votantes de clases populares han rechazado el despilfarro y la corrupción de 19 años de gobiernos de izquierda, pero eso no significa que abracen las medidas de austeridad que impone la grave crisis fiscal.

Después de todo, el hecho de que el MAS quedara eliminado en la primera ronda de las elecciones generales estuvo marcado por las divisiones internas. Las facciones afines a Evo Morales y Luis Arce apoyaron a dos candidatos distintos, mientras el expresidente y líder cocalero promovía el voto blanco como modo de protesta por el bloqueo de su candidatura.

El descalabro económico como motor del cambio

Bolivia se enfrenta a su peor inflación de los últimos años. La tasa interanual arrojó un aumento de precios de 23% el mes pasado, un porcentaje solo superado por las desbocadas cifras de Venezuela y Argentina.

Es solo un componente de la tormenta perfecta que golpea la economía boliviana, que también incluye una crítica escasez de dólares estadounidenses. Con menos dólares disponibles, las importaciones se han reducido, se ha potenciado la inflación y para el gobierno es más cuesta arriba mantener la política de subsidios para los bienes de primera necesidad.

Uno de esos bienes es el combustible. La importación de diésel necesario para las maquinarias agrícolas ha caído, y eso se refleja en el encarecimiento de los bienes producidos en el campo.

Adicionalmente, el agotamiento de las reservas y la falta de inversión han redundado en una crisis energética en un país conocido hasta no hace mucho como una potencia gasífera. 

Noticia en desarrollo….

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