“En medio de esta crisis, no se ha dejado de producir, ya que aquí, si se deja de trabajar, el país se muere, y si el país se muere, el pueblo se extingue”, señaló el mandatario, al explicar por qué no ha decretado la cuarentena nacional.
Daniel Ortega, igualmente, reconoció que la economía se verá afectada por esta pandemia y provocará más desempleo, pero “lo importante es que no se ha parado de laborar, eso sí guardando las normas de manera muy consciente y muy disciplinada”, como lo ha dictaminado el sistema de salud.
De acuerdo con los informes oficiales, en Nicaragua se han presentado hasta ahora nueve casos confirmados de COVID-19 y un solo fallecido asociado a la enfermedad. No obstante, la oposición afirma que hay más de 5.000 personas infectadas.
Dora María Téllez, exministra de Salud de ese país, enfatizó hace unos días en la W Radio que el régimen sandinista está mintiendo con respecto a las verdaderas cifras del coronavirus y “que hay muchos más casos”, que los reportados oficialmente.
El presidente también destacó que cuentan con especialistas altamente calificados y que el 90 % de los hospitales están dotados con los “suficientes respiraderos artificiales”, para atender la emergencia sanitaria.
Finalmente, el líder sandinista criticó el sistema de salud de los países más desarrollados y señaló que la potencia más grande del mundo, en alusión a Estados Unidos, no tiene la capacidad para proteger a sus ciudadanos.
A Ortega, de 74 años de edad, no se le veía desde el pasado 12 de marzo, cuando participó, desde su residencia oficial, en una teleconferencia sobre la pandemia con varios presidentes centroamericanos.
El mandatario, además, no participa en actos públicos, desde que el general Julio César Avilés tomó posesión por otros 5 años como comandante en jefe del Ejército nicaraguense, el 21 de febrero.
LO ÚLTIMO
.svg)
