Vientos de guerra soplarían entre 2 países de Suramérica luego de que Nicolás Maduro arremetiera con su iniciativa de integrar a Venezuela la región de la Guyana Esequiba, que actualmente conforma el 75 % de Guyana y en donde recientemente se han encontrado reservas de petróleo y gas superiores a las de Emiratos Árabes.
(Vea también: Maduro sigue al pie de la letra a Petro por Argentina: “Ganó la extrema derecha neonazi”)
El líder del régimen venezolano basa la ofensiva que pretende adelantar sobre el territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, equivalentes al doble del departamento colombiano del Meta, en la consulta que adelantó el pasado domingo 3 de diciembre de 2023 para quedarse con la zona en disputa, junto a la cual ya tiene desplegadas algunas tropas.
Y aunque resultados del chavismo indicaron que más del 90 % de los votantes respaldaron la idea anexionar esa región de tan solo 128.000 habitantes y rica en recursos naturales, muchos dudan de las cifras presentadas si se tiene en cuenta que las urnas lucieron vacías, aunque se dijo que 10 millones de personas acudieron a ellas.
Al respecto, el periodista venezolano Óscar Schlenker, de DW, dio un panorama de las incongruencias: “No está claro si los 10 millones de votos son de las personas de que votaron o de los votos que contaron por cada una de las 5 preguntas del referendo, ya que no se vio gran afluencia en los centros de votación y tampoco se dio una cifra de abstención. Además, el número de votos escrutados fue menor en un boletín que en otro”.
De esta manera, Maduro le dio vuelo al sentimiento nacionalista en torno a una reclamación histórica que viene desde los tiempos de la colonia española, cuando el Esequibo, como también se conoce a esa zona, pertenecía a la Capitanía de Venezuela.
¿Por qué Venezuela reclama a la Guyana Esequiba como suya?
El conflicto comenzó en 1797, cuando los holandeses, que tenían el dominio de Guyana, perdieron el control del territorio con los británicos, lo que quedó establecido con la cesión oficial de la región en el tratado anglo-holandés de 1814 y en Congreso de Viena de 1815, dando nacimiento a la Guyana Británica.
Sin embargo, esta nueva colonia no tenía claros sus límites con Venezuela, que 1823 logró su independencia y entró en una era de violencia y reorganización interna que dejó en segundo plano el control de su extremo oriental.
Y aunque se consideraba al río Esequibo como la frontera natural entre ambos territorios, los británicos avanzaron hasta la piedra de Roraima, donde está el límite actual.
En consecuencia, empezaron las reclamaciones y en 1841 el centro británico Royal Geographical Society contrató al naturalista alemán Robert Hermann Schomburgk para que trazara los límites a favor de la Guyana Británica.
Pero Venezuela reaccionó tarde y hasta 1880 empezó aponer el tema en la agenda internacional llevando a que Estados Unidos tomara parte con la creación de un tribunal arbitral que resolviera la disputa, aunque sin presencia venezolana en el mismo, pues fue integrado por 2 abogados británicos, 2 estadounidenses en representación del país suramericano y un ruso de carácter neutral que se inclinó por los intereses europeos.
El fallo se dio en París, Francia, en 1899, y ratificó la frontera existente, lo que mantuvo el inconformismo en el bando venezolano hasta la actualidad.
Pero con la independencia de Guyana, en 1966, el Reino Unido se desligó del conflicto y entregó la región al país naciente para que este lo defendiera de los pedidos de Venezuela, lo que persiste hasta hoy.
Por qué Nicolás Maduro quiere anexionar el Esequibo a Venezuela
Aparte de la reivindicación histórica, analistas como Óscar Schlenker, de DW, consideran que el líder chavista pretende “ganar credibilidad para las elecciones presidenciales de 2024”, en la que tendría que competir con María Corina Machado, que ganó la consulta de la oposición y mujer que fue inhabilitada por el régimen para competir.
Además, observadores del canal español Visual Politik se consideran que Maduro pretende crear un estado de excepción para retrasar indefinidamente las elecciones, a las cuales Venezuela debe ir luego de que Estados Unidos le levantara algunas sanciones económicas con la condición de que las votaciones fueran transparentes y con fiscalización internacional.
Por otra parte, se compara esta movida de Maduro con la que hizo la dictadura argentina en 1982, cuando quiso fortalecerse con la ocupación de las Islas Malvinas, lo que terminó con una aplastante victoria británica y dio pie para la caída de esa junta militar.
Sin embargo, Maduro en esta oportunidad se tiene confianza para una posible invasión si se tiene en cuenta Guyana cuenta con un Ejército de menos de 5.000 hombres y que sus aliados militares son pequeñas islas del Caribe sin poderío bélico, por lo que desde ya toca la puerta a Estados Unidos para una posible defensa, ya que la petrolera estadounidense ExxonMobil fue la que descubrió los enormes yacimientos en esa región y sus intereses estarían en juego con una eventual ocupación venezolana.
Por su parte, Maduro reaccionó violentamente luego de su referendo, pues lanzó un violento mensaje con tufo de confrontación:
“El único vencedor es el pueblo de Venezuela, es la dignidad de Venezuela, es la soberanía de Venezuela. Y los únicos perdedores son el gobierno de Guyana, ExxonMobil y el imperio norteamericano”.
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