Dos jóvenes en Argentina habían planificado el que sería el asalto perfecto. Sin embargo no tuvieron en cuenta que habían escogido a la víctima incorrecta, un policía que estaba de civil y que no dudó en hacer uso de su arma de dotación.

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Los jóvenes abordaron al hombre de 45 años mientras caminaba rumbo a su carro, el civil recién salía de comprar un par de zapatos nuevos. Los asaltantes estaban en una motocicleta cuando decidieron emboscar a Fabián García, quien ya tenía una década de formación en las fuerzas públicas.

El parrillero fue quien mostró el arma para amedrentar a García, le exigió que le entregara su celular y la billetera. El policía se mostró vulnerable y les hizo creer que accedería a entregarles sus pertenencias y cuando ellos menos se lo esperaron sacó su arma de servicio y disparó contra los jóvenes.

Fueron cinco disparos los que se contaron, de los cuales tres impactaron a Nahuel Azuga, el joven parrillero de 22 años que cayó inmediatamente al piso junto con el arma.

Por su parte, el conductor de la motocicleta identificado como Franco Rivero, de 23 años, recibió dos disparos mientras intentaba huir.

Rivero está recibiendo atención médica, pero se encuentra en estado crítico, mientras que Azuga falleció en el hospital por complicaciones tras los impactos de bala.

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Las autoridades argentinas lograron confirmar que el arma que habían estado usando para el asalto se trataba de una pistola de utilería. El policía no tuvo problemas ya que logró declararse que García obró en defensa propia al desconocer que el revolver era de juguete.

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