El funcionario decidió remover el pasado lunes, a solo cuatro horas del finalizar el 2018, a Rafael Vela y José Domingo Pérez, dos fiscales encargados de investigar el escándalo de corrupción vinculado a la multinacional brasileña.

Lo justificó indicando haber perdido la confianza en el equipo por “vulnerar el principio de reserva de información” del proceso. Los fiscales supremos Pablo Sánchez (exfiscal general) y Zoraida Ávalos criticaron la decisión en un comunicado difundido a medianoche.

“Sentimientos de vergüenza e indignación es lo que nos embarga porque estamos convencidos que nuestra institución no merece esto”, señalaron en la nota. “Hoy se ha dado un golpe mortal a la lucha contra la corrupción y la institucionalidad”, siguieron.

“Solo se beneficia la impunidad, pero además, estos hechos nos dejan ante la sociedad internacional como una institución debilitada y sin compromiso en la lucha contra la corrupción”, advirtieron.

El destituido fiscal José Domingo Pérez dijo sentirse “indignado”. “Solo se está favoreciendo los intereses de la corrupción para buscar impunidad”.

El presidente Martín Vizcarra tras retornar de Brasil, donde se encontraba para asistir a la investidura de Jair Bolsonaro, dijo a la prensa que se sentía indignado. “Ratifico nuestro enérgico rechazo a la medida tomada por el Fiscal de la Nación”, añadió.

Informó que se reúne con sus ministros en el palacio de Gobierno “para realizar un análisis técnico y tomar medidas responsables sobre esta decisión del fiscal”.

Vizcarra reiteró también que “seguirá encabezando la lucha contra la corrupción y la impunidad”.

Fuera Chávarry

La prensa peruana abrió sus primeras planas este martes con la noticia que ha remecido al país. “Vergüenza e indignación”, rotuló El Comercio, decano de la prensa local. “Fuera Chávarry”, tituló el diario La República, agregando “que el fiscal ofende a los peruanos”.

El Comercio en su editorial señaló que “resulta preocupante que la cabeza de una institución como la fiscalía se interese en dar a conocer su decisión agazapado en la coyuntura festiva”. Algo que es aún “más indignante al tomar en cuenta cómo lo justifica”.

Según Chávarry, el equipo investigador “no está garantizando la reserva de la investigación” y peca de “falta de rigurosidad”, lo que podría afectar el debido proceso.

“No le importa nada”, señaló el diario Perú 21 y agregó que la movida es un “duro golpe a la lucha contra la corrupción”.

El equipo que dirigía Vela tiene a su cargo la investigación a los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006), quien huyó a Estados Unidos y ahora enfrenta un pedido de extradición; Ollanta Humala (2011-2016), que estuvo preso nueve meses con su esposa Nadine; Alan García (1985-1990, 2006-2011) quien buscó asilo en la embajada de Uruguay y le fue denegado; y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien renunció en marzo agobiado por denuncias de corrupción.

También es indagada la líder del partido opositor Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien cumple prisión preventiva de 36 meses acusada de recibir aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht en su campaña de 2011.

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Se anuncian marchas de protesta

La medida del fiscal provocó reacciones inmediatas en las redes sociales, donde colectivos de derechos humanos lanzaron llamados a salir a marchar la misma noche de fin de año en respaldo a los fiscales destituidos.

Centenares de espontáneos marcharon rumbo a la sede de la fiscalía con carteles con la inscripción “¡Fuera Chávarry!”.

Chávarry, horas antes del anuncio de remoción, pidió al ministerio del Interior reforzar las medidas de seguridad para él y su familia “porque recibía constantes amenazas”.

Este martes, las redes sociales han comenzado a moverse desde temprano convocando a movilizaciones en todo el país contra el fiscal general.

Decenas de personas marcharon en forma pacífica el martes en las ciudades de Arequipa (sur) y el Cusco (sureste).

Los colectivos “Todos contra Chávarry” y “Contra la corrupción” anuncian marchas para el miércoles y jueves hacia el Ministerio Público y el Congreso para exigir la salida del fiscal.